Guardiola adelanta las elecciones en Extremadura al 21 de diciembre tras quedarse sin apoyos

La presidenta del PP culpa a PSOE y Vox de bloquear los presupuestos de 2026, mientras ambas formaciones la acusan de “incapacidad para dialogar” y de usar la región como peón de la estrategia nacional del partido

27 de Octubre de 2025
Actualizado a las 19:42h
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María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura
María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura

La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha anunciado este lunes la convocatoria de elecciones anticipadas en la comunidad para el 21 de diciembre de 2025, tras constatar la falta de apoyos para aprobar los presupuestos autonómicos del próximo año. Será la primera vez en la historia de Extremadura que se celebren comicios anticipados.

Guardiola, que gobierna con 28 de los 65 escaños del Parlamento autonómico y dependía del respaldo de los cinco diputados de Vox para sacar adelante las cuentas, ha acusado tanto al PSOE como a Vox de mantener una actitud de “bloqueo, crispación y desprecio” frente a la “mano tendida” que, asegura, ofreció el PP para llegar a acuerdos.

“Ya está bien, no vamos a esperar más. Extremadura es lo primero”, afirmó Guardiola durante su comparecencia, en la que confirmó que acababa de firmar el decreto de disolución de la Asamblea.

Un bloqueo presupuestario sin salida

El desencadenante del adelanto electoral ha sido el debate sobre las enmiendas a la totalidad presentadas por PSOE y Vox al proyecto de presupuestos autonómicos de 2026, que estaba previsto para este martes. Con ambas formaciones dispuestas a tumbar las cuentas, el Ejecutivo regional optó por anticipar los comicios antes de enfrentarse a una nueva prórroga presupuestaria.

El consejero de Presidencia y Diálogo Social, Abel Bautista, había insistido horas antes en que los grupos “aún estaban a tiempo” de retirar sus enmiendas y reabrir el diálogo, pero su llamamiento no tuvo éxito. “No hay negociación posible mientras se mantengan enmiendas a la totalidad. Eso es cerrar la puerta al diálogo”, subrayó.

Guardiola, que este mismo lunes asistía en Madrid a los Premios Autónomo del Año organizados por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), dejó entrever allí su decisión. “Si no hay presupuestos, habrá elecciones”, advirtió ante los medios.

Vox se desmarca y pide que “pida ayuda al PSOE”

Desde Vox, su portavoz nacional, José Antonio Fuster, no tardó en marcar distancia: “Si necesita apoyo, lo va a encontrar con mayor facilidad en el Partido Socialista”, ironizó. “Guardiola ha demostrado estar más cerca de las tesis del progresismo que de la reconstrucción nacional”, añadió, dejando claro que las relaciones entre ambas formaciones en Extremadura son prácticamente inexistentes.

Fuster reconoció que la colaboración con el PP varía según la comunidad: mientras en Murcia o la Comunidad Valenciana los acuerdos se mantienen, en Extremadura y Aragón “no hay ni una llamada del PP”.

En la práctica, esta ruptura con Vox deja al PP extremeño sin los votos necesarios para aprobar los presupuestos y confirma que el gobierno de coalición implícita entre ambas formaciones ha llegado a su fin.

El PSOE acusa a Guardiola de “irresponsabilidad”

Por su parte, el secretario general del PSOE en Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, ha acusado a Guardiola de ser “la única responsable” del adelanto electoral y de no haber sabido gestionar una situación que otros presidentes, sin mayoría absoluta, sí lograron resolver.

Gallardo recordó que tanto Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Antonio Monago como Guillermo Fernández Vara consiguieron aprobar presupuestos dialogando con la oposición. “Una región no puede estar al capricho de una estrategia nacional del Partido Popular”, señaló, reprochando a Guardiola que haya supeditado la política autonómica a los intereses del partido a nivel estatal.

“Antes hablábamos del modelo de región que queríamos. Ahora hablamos solo de la estrategia del PP”, lamentó Gallardo.

Feijóo aplaude la “valentía” de Guardiola

En el ámbito nacional, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, salió rápidamente en defensa de su compañera. En redes sociales y declaraciones a los medios, aseguró que Guardiola “demuestra responsabilidad y valentía” con esta convocatoria electoral, “poniendo a los extremeños primero”.

“Frente al bloqueo, elecciones. El gobernante que respeta a su pueblo cumple su palabra”, dijo Feijóo, confiando en que los votantes “se lo recompensarán” en las urnas.

El líder popular también aprovechó para lanzar un mensaje político de alcance estatal: “El PP está comprometido con la estabilidad y con las reformas que necesita España, y cuando otros bloquean, nosotros devolvemos la palabra a los ciudadanos”.

Una decisión con alto riesgo político

La decisión de Guardiola supone un riesgo político considerable. Si el resultado electoral no mejora los 28 escaños actuales del PP, la fragmentación podría reproducirse e incluso reforzar al PSOE o a otras fuerzas.

Las elecciones del 21 de diciembre serán, además, un termómetro clave del clima político nacional. Se celebrarán apenas seis meses después de las europeas y en un contexto de fuerte polarización. El PP aspira a reforzarse en una región que logró arrebatar al PSOE en 2023, pero que históricamente ha tenido un voto progresista mayoritario.

La campaña electoral comenzará el 5 de diciembre y finalizará el 19, dos días antes de la votación. Los comicios se celebrarán en domingo, y los partidos ya preparan sus estrategias.

Guardiola confía en que su mensaje de gestión y estabilidad le permita mantener el Gobierno. “Extremadura ha dejado de ser el farolillo rojo de España”, ha afirmado, destacando la mejora del empleo y el crecimiento regional por encima de la media nacional.

Sin embargo, el contexto es complejo: Vox acusa al PP de “traicionar sus principios”, mientras el PSOE le reprocha “falta de diálogo y de autonomía política”. En medio de ese fuego cruzado, la presidenta extremeña busca presentarse como la única opción de estabilidad frente al bloqueo.

Una cita clave en diciembre

El 21 de diciembre, los extremeños decidirán si avalan la gestión de Guardiola o si optan por cambiar el rumbo. Lo que está claro es que la política autonómica vuelve a situarse en el centro del tablero nacional, y que el resultado de las urnas en Extremadura será interpretado como algo más que una simple votación regional: será un test sobre la fortaleza del PP y sobre el futuro de sus alianzas.

Mientras tanto, la presidenta insiste en su mensaje: “Por responsabilidad, devuelvo la voz a los extremeños. Siempre he tenido la mano tendida, pero no voy a permitir que el bloqueo paralice nuestra región”.

Con las cuentas bloqueadas y el diálogo roto, Extremadura se prepara para una nueva cita electoral que pondrá a prueba no solo el liderazgo de María Guardiola, sino también la capacidad de las fuerzas políticas para ofrecer una alternativa estable a una región cansada de la confrontación.

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