Decenas de miles de andaluces ha respondido alto y claro al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, que con la sanidad pública no se juega ni se alardea de forma arrogante. En las principales calles de las ocho capitales de la comunidad autónoma, una multitud de ciudadanos ha respondido al presidente andaluz que su gobierno no es el que más ha hecho por “los servicios públicos en la historia de Andalucía”, como ha asegurado el líder del PP andaluz este fin de semana durante la celebración del congreso regional del partido, que lo ha reelegido por cuarta vez como líder indiscutible con el 99,95% de los votos de los compromisarios, pese al escándalo de los cribados fallidos de cáncer de mama, por el que están afectadas al menos 2.317 mujeres.
Convocados por los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, las Mareas Blancas y otras asociaciones como Amama o Facua, miles de personas se han manifestado en las ocho capitales andaluzas para defender la sanidad pública y gritar contra el “desmantelamiento” de los servicios públicos que, denuncian, han puesto en marcha los sucesivos gobiernos del PP en Andalucía desde que Moreno Bonilla llegó al poder en enero de 2019. El PP ha intentado desacreditar el calendario de protestas y manifestaciones contra la gestión sanitaria de Moreno Bonilla, incluso atacando a medios de comunicación como TVE y a los profesionales del sistema sanitario público andaluz. Pese a ello, la respuesta en las calles de todas las capitales andaluzas ha sido incontestable y multitudinaria.

La reiterada “mano tendida” que continuamente está ofreciendo a los sanitarios andaluces el cuarto consejero de Sanidad de Moreno Bonilla, Antonio Sanz, en menos de siete años de mandato, contrasta con la actitud claramente beligerante que algunos diputados y altos cargos del ejecutivo de Moreno Bonilla han mostrado estas semanas incluso contra las propias víctimas que destaparon el escándalo de los cribados fallidos de cáncer de mama.
Moreno Bonilla insiste en negar que esté privatizando la sanidad andaluza con el único argumento de dotarlo del mayor presupuesto de su historia
Tampoco la prometida lluvia de inversiones y contrataciones de más profesionales en dos planes de choque anunciados por el ejecutivo andaluz ha logrado convencer a oposición política, a mujeres afectadas por los cribados o a los profesionales sanitarios en general. La respuesta multitudinaria en las calles de las ocho capitales andaluzas ha sido una prueba de fuerza contra la gestión sanitaria del Gobierno de Moreno Bonilla, que insiste por activa y por pasiva que ha presentado el mayor presupuesto para sanidad en la historia de la autonomía y niega una y otra vez que esté privatizando los servicios públicos. La realidad lacerante de las listas de espera quirúrgica y diagnóstica, la falta palpable de médicos y otros sanitarios y la imposibilidad de ser atendido por el médico de cabecera antes de 15 días, entre otros asuntos, es una opa global a las afirmaciones de Moreno Bonilla y su consejero de Sanidad, que al margen de reconocer el “problema” niegan la mayor, que se esté privatizando la sanidad a pasos agigantados, como denuncian los miles y miles de andaluces que este domingo 9 han salido a las calles de las ocho capitales de la comunidad.

El cierre del congreso regional del PP andaluz celebrado este fin de semana en Sevilla ha servido a Moreno Bonilla para dar por cerrada la crisis de los cribados fallidos, pese a que aún no se conoce con exactitud el número de mujeres afectadas ni tampoco la dimensión real del fallo reconocido ni mucho menos su origen, aunque Sanidad insiste una y otra vez en circunscribirlo al 90% en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Los dos planes de choques anunciados estas últimas semanas por el consejero de Sanidad, con la promesa de contratar a unos 70 radiólogos en toda Andalucía tiene a día de hoy un balance nada halagüeño: dos radiólogos para el hospital sevillano origen del escándalo sanitario.