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Regreso al mito civilizatorio: el video de la Casa Rosada y la nostalgia eurocéntrica del 'orden'

26 de Octubre de 2025
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Regreso al mito civilizatorio: el video de la Casa Rosada y la nostalgia eurocéntrica del 'orden'. argentina

Según el Decreto 1584/2010 publicado el 3 de noviembre de 2010, el 12 de octubre se celebra en Argentina el Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Sin embargo, en algunas publicaciones gubernamentales eligieron retomar la antigua e ilegal denominación de 'Día de la Raza'. Porque, claro, ¿para qué respetar un decreto vigente cuando podemos hacer un viaje nostálgico al pasado colonial? 🙄

En línea con este revisionismo histórico, la cuenta en X de la Casa Rosada difundió un video que no es un simple acto de propaganda simbólica: constituye un flagrante retroceso discursivo en la batalla por la memoria histórica y una reafirmación del viejo relato colonizador que pretende restaurar la noción de que 'la civilización prevaleció sobre la barbarie'. Como si fuéramos personajes atrapados en una máquina del tiempo programada para retroceder exactamente 500 años.

 

La propaganda oficial: cuando 1 minuto y 31 segundos bastan para borrar 500 años de sangre

En apenas 1 minuto y 31 segundos, el video oficial recorre -con voz en off e imágenes animadas- un guión que revaloriza la llegada de Colón como el inicio de 'un proceso de civilización, orden y progreso', frente a un supuesto 'mundo sumido en la barbarie' al arribo europeo. Su tesis es clara: el antes era caos y salvajismo, y lo que vino después es progreso y estructura. Esa simple oposición -salvajismo/orden; barbarie/civilización- no solo es ideológica, sino esencial para comprender el giro simbólico que este gobierno pretende instalar.

León Gieco lo dijo mejor en 'Cinco Siglos Igual': 'Es tinieblas con flores, revoluciones, y aunque muchos no están, nunca nadie pensó besarte los pies, cinco siglos igual’. Pero parece que el equipo de comunicación de Casa Rosada prefirió saltarse esa clase de historia. O tal vez la consideraron demasiado 'zurda' para su narrativa.

 

Este video inaugura un cambio de paradigma simbólico que colisiona con los discursos sobre pueblos originarios que se habían desarrollado en años recientes, no sin contradicciones, pero con avances importantes en la visibilización, reconocimiento y derecho a cuestionar el relato hegemónico del mestizaje benigno. Ahora, en cambio, el Estado dice: 'honremos un legado que tanto costó construir… la civilización occidental'. ¿Costó? Sí, costó millones de vidas indígenas, africanas, culturas enteras borradas del mapa. Pero bueno, detalles menores en la gran epopeya civilizatoria. 💀

Pero no podemos quedar impávidos frente a semejante atropello, y por ello es preciso enumerar una serie de críticas al discurso propagandístico oficial.

1. La reactivación del mito del 'orden civilizador' (o cómo justificar un genocidio con palabras bonitas) 🎪

La pieza rescata literalmente la narrativa clásica del 'orden' europeo que llega a imponer estructuras políticas, derecho, fe cristiana, valores occidentales. Pero este relato insiste en una lectura lineal y unidireccional: antes del 'orden' europeo no había nada legítimo, las sociedades originarias eran primitivas o bárbaras.

Eso es un recurso discursivo colonial de manual: definir al otro como bárbaro para legitimar su dominación. Es la excusa perfecta: 'Los estamos masacrando, pero es por su propio bien, ¿entiendes? Les traemos progreso'. Como si el Imperio Inca, con sus más de 40,000 kilómetros de caminos pavimentados, o la civilización Maya, con sus complejos calendarios astronómicos, fueran apenas bandas de salvajes corriendo por la selva.

Es preciso rechazar enfáticamente esta dicotomía simplista: las sociedades precolombinas tenían formas complejas de organización política, cosmologías, sistemas jurídicos, estructuras agrarias e intercambio interregional. Los imperios como el azteca, maya, inca o las confederaciones mapuches tenían instituciones sofisticadas que muchos europeos de la época ni siquiera podían comprender. Negar esa complejidad es reescribir la historia para reponer el relato de superioridad occidental que tanto daño ha hecho y sigue haciendo.

Los Fabulosos Cadillacs lo expresaron con claridad en Quinto Centenario: 'Falsos estandartes en las carabelas, cruzando océanos, la decadencia, Hispanoamérica se viste de fiesta, celebrando la matanza al indígena'. Pero claro, en el video oficial esa parte queda convenientemente omitida.

 

2. Invisibilización del genocidio y las resistencias: la memoria que no conviene 🔇

El video oficial omite deliberadamente las violencias masivas, las enfermedades impuestas, los desplazamientos forzados, las deportaciones, el esclavismo indígena y africano, la destrucción de lenguas y culturas que acompañaron la 'colonización'. Al presentar la conquista como 'el inicio de algo mucho más grande', la pieza apaga las memorias del dolor y la resistencia.

¿'Algo más grande'? Sí, más grande fue el genocidio: se estima que entre 50 y 70 millones de indígenas murieron en los primeros cien años de la colonización. Más grande fue el saqueo sistemático de oro y plata que financió el desarrollo europeo a costa de la sangre americana. Más grande fue la destrucción de códices mayas, de templos incas, de toda una cosmovisión que molestaba al canon occidental.

No podemos construir una narrativa liberadora sin reconocer el carácter traumático y muchas veces genocida de la colonización. Las luchas indígenas, campesinas y afrodescendientes son parte esencial de nuestra memoria política y no pueden reducirse a meras sombras frente al 'progreso'. Pero en el relato oficial, esas luchas simplemente no existen. Es más cómodo así, ¿verdad? Sin víctimas incómodas, sin resistencias molestas, solo el dulce relato del progreso imparable.

3. La regresión simbólica: volver al 'Día de la Raza' (porque 'respeto a la diversidad' es muy complicado) 🔙

Ese retorno no es anecdótico: implica reposicionar el eje simbólico del vínculo con España, la Hispanidad, el legado occidental como médula de identidad nacional. Es decir, volver a mirarnos en el espejo europeo en lugar de reconocer nuestro rostro mestizo, múltiple, contradictorio pero propio.

En un contexto de fractura social, este movimiento homogeneiza la memoria histórica e invisibiliza las luchas de reconocimiento intercultural que habían logrado algún consenso (aunque precario) en décadas recientes. Es como si dijeran: 'Olvídense de todo lo avanzado, volvamos a cuando las cosas eran simples: nosotros los civilizados, ellos los salvajes'.

La pregunta es: ¿a quién le sirve esta simplificación? ¿Qué proyecto político necesita reinstalar esta narrativa binaria y excluyente?

4. Eurocentrismo explícito y negación del pluralismo: o sos occidental o no sos nada 🌍❌

El video hace un llamado a 'defender la civilización occidental' como si esa fuera la matriz única de sentido. Como si América Latina fuera apenas una sucursal tercermundista de Europa, una extensión geográfica sin identidad propia. Pero América Latina no es una prolongación de Europa, sino un espacio híbrido, mestizo, múltiple, atravesado por tensiones y contradicciones que lo hacen único.

Desde una perspectiva de izquierda democrática, la identidad latinoamericana debe tomar en cuenta la pluralidad étnica y cultural, no someterla al canon occidental. Ese es precisamente el problema con este discurso: resta legitimidad a la idea de 'descolonización cultural' y a los proyectos de reconocimiento de las lenguas originarias, territorios comunitarios, soberanía cosmológica.

El otro (indígena, afro, campesino) es presentado simbólicamente como un residuo salvaje que el Occidente 'civilizador' debió domesticar. Y si no se dejaba domesticar, bueno, había que eliminarlo. Simple, ¿no? El genocidio como política de Estado, pero narrado con música épica de fondo.

5. Fallas históricas concretas y omisiones: cuando la propaganda tropieza con los hechos 📚

– El video afirma que Colón 'estableció las primeras estructuras sociales y políticas fundadas en el derecho, la fe cristiana y los valores occidentales' como si eso hubiese sido una evolución progresiva. Pero esas estructuras fueron impuestas con armas, con derramamiento de sangre y con destrucción sistemática de instituciones propias que funcionaban desde siglos antes. El 'derecho' que trajeron los europeos incluía la encomienda, un eufemismo colonial para la esclavitud. La 'fe cristiana' llegó con la Inquisición y la quema de herejes. Los 'valores occidentales' se tradujeron en despojo territorial y aniquilación cultural.

– No hay mención de la deuda por esclavitud, no hay reconocimiento de que las poblaciones originarias continuaron resistiendo siglos después, e incluso hoy siguen siendo víctimas de discriminación, expulsión territorial y marginalización. En Argentina, las comunidades mapuches, wichís, qom, siguen luchando por tierras que les pertenecen ancestralmente. Pero en el video oficial, esa lucha contemporánea simplemente no existe.

– Los pueblos indígenas no eran sistemas caóticos con 'rituales sangrientos' caricaturizados: usar ese cliché es recurrir a la estrategia racista de demonización. Sí, algunas culturas precolombinas practicaban sacrificios rituales, pero contextualizar esas prácticas dentro de su propio universo simbólico es muy diferente a usarlas como argumento para justificar una invasión. Los europeos también tenían sus propias formas de violencia ritualizada: las hogueras de la Inquisición, las ejecuciones públicas, las torturas judiciales. Pero claro, eso era 'civilización'.

– No se problematiza la función del mestizaje histórico: ¿cómo se construyó la identidad nacional a costa de borrar lenguas y cosmovisiones indígenas? ¿Cómo los poderes del Estado siguieron subordinando a comunidades originarias durante toda la construcción republicana? El mestizaje en América Latina no fue un feliz encuentro de culturas, sino el resultado de violaciones masivas, despojos y políticas de blanqueamiento deliberadas.

6. ¿Por qué este giro simbólico hoy? La pregunta del millón (o del millón de muertos) 🤔

Este video no surge en el vacío: es parte de una estrategia política para reposicionar el relato nacional. En momentos de crisis cultural, la reinstauración del 'orden occidental' funciona como ancla ideológica para un proyecto de poder que rechaza la pluralidad.

En ese sentido, supone una revancha simbólica frente a décadas de discursos multiculturalistas y hermenéuticas críticas que buscaban revalorizar lo indígena como parte constitutiva de la identidad latinoamericana. Es el péndulo que vuelve hacia atrás, pero no por inercia, sino por voluntad política consciente.

¿Qué modelo de país necesita reinstalar la narrativa de la 'civilización versus barbarie'? Uno que busca legitimar nuevas formas de exclusión, que necesita un enemigo interno (el 'salvaje' contemporáneo: el piquetero, el indígena reclamando tierras, el militante social), y que apela a un pasado mítico de 'orden' para justificar políticas de disciplinamiento social.

Como decía Eduardo Galeano ‘En 1492, los nativos descubrieron que eran indios, descubrieron que vivían en América, descubrieron que estaban desnudos, descubrieron que existía el pecado, descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo, y que ese dios había inventado la culpa y el vestido y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja.

 La memoria resiste.

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