Hace unos días el cantante Dani Martín en un concierto expresó a la gente su opinión.
Dijo y animó al público allí presente a no ir votar en las próximas elecciones.
Pues bien, todos los medios se le echaron encima, el País, la Razón, Público, Abc, el Mundo, The objective, Marca... Todos los medios, de izquierdas y de derechas se lanzaron contra él como si hubiera cometido un crimen.
No hubo debate, le llamaron de todo, irresponsable, dañino, peligroso, la sexta, antena tres, Telecinco.... aquello fue una muestra irrefutable de que el objetivo es blindar este sistema donde el voto se ha convertido en una herramienta de control ciudadano más que en un acto de libertad.
El voto debería ser un contrato, donde si el político de turno cumple con sus promesas yo te doy mi confianza, pero, si tú incumples debería poder haber consecuencias claras, controlarte, echarte, encausarte, perseguirte y juzgarte en caso de mala fé en el engaño o gestión dolosa.
Pero no, aquí el voto es un cheque en blanco donde los partidos políticos pueden hacer y deshacer a su antojo durante toda su vida parlamentaria, nadie rinde cuentas ante el ciudadano a no ser que los pillen con innumerables pruebas de corrupción, véase; extorsión, enchufismo, robo de dinero público, cohecho, falsedad de documentos, engaño, etc, etc… la lista es interminable.
( Como dice mi primo, prometen , prometen hasta qué te la …)
Dani Martín expresó su hartazgo y en lugar de abrir un debate de garantías, los medios arremetieron contra él públicamente, lo acusaron de atacar a la democracia y lo extorsionaron hasta obligarlo a rectificar.
Lo más grave es que todo el aparato mediático se unió para defender la trampa y mantener el engaño, esos medios que se supone deberían mantener la libertad de expresión realizan todo lo contrario, mantienen el engaño al ciudadano y defienden este sistema corrupto y amañado desde el principio de esta “supuesta democracia”. No está permitido el debate y la disensión que cuestione el sistema o sus inexistentes mecanismos de control.
Mi reflexión
Los mismos pueblos que poco antes vivieron, sin libertad, verdaderamente oprimidos, se encantan de vivir, con libertades de consenso, en estado comprimido. Nadie tiene que pensar por su cuenta.
En un Estado de partidos, como lo es el Régimen español de la oligarquía monárquica de 1978, el votante ha de limitarse a refrendar con su participación la lista de una facción estatal.
Privado de la libertad de elegir, su acción servil no tiene más valor que el de escoger entre los elencos confeccionados por los jefes que ostentan el poder en el Estado.
Entre las personas que con ese acto renuncian a su ciudadanía, convirtiéndose en súbditos de la estatalizada clase política, se distinguen tres grupos: los aprovechados, los crédulos y los miedosos que declaran optar por un mal menor.
En otra cosa no, en sostener y alimentar con tu voto el Estado de partidos que padecemos en España sí tienen responsabilidad.
El “consenso para repartir” como estrategia operativa es el problema; y el régimen político no va a hacer otra cosa que cambiar de cara y de actores como ya hizo tras la muerte de Franco; este último es el autor intelectual, con la cooperación necesaria del PSOE y del PCE, del régimen oligárquico implantado tras su muerte con el objetivo de mantener domesticada y adocenada a la sociedad española.
PSOE, PP, Podemos, Vox etc…aunque hablan de democracia, Estado de derecho, justicia igual para todos, etc., el fondo de su discurso coincide en reclamar un nuevo consenso que sustituya el de la Constitución de 1978, ahora roto y blablabla patatas.
Todos estos partidos son partidos del régimen oligárquico que padecemos. Y por eso defienden el consenso entre partidos no vinculado por el sentido del voto de los ciudadanos, Luego, para aparentar pluralidad y posibilidad de alternancia, que no alternativa, mantienen diferencias en relación con algunas de las medidas concretas que proponen.
El consenso es el “dios” que todo lo puede. Puede privar o menguar la pensión adquirida por un trabajador mediante contribuciones mensuales a la Seguridad Social durante toda su vida laboral, la pasividad de la sociedad española permite a los jefes de los partidos políticos consensuar y repartir; eso sí, presentando todo como garantía del futuro de España,
No te engañes. Tu voto es ante todo un apoyo directo a este régimen oligárquico, cualquiera que sea el partido al que has votado o tengas intención de votar. Todos ellos, sin excepción, son partidos del engaño para repartir prescindiendo del sentido de tú voto.
Salvo que tengas “vocación de siervo voluntario” no entiendo que apoyes con tu voto un régimen político que mete constantemente la mano en tu bolsillo, te pastorea, se entromete en tu vida privada, y reduce más y más tu ámbito de libertad. Cada vez hay más cosas prohibidas o que para realizarlas necesitas autorización administrativa.
De nada me sirven tampoco los ejemplos de sindicatos, cuando estos hacen exactamente lo mismo, disputas entre ellos para luego estar capados a la hora de exigir lo que nos pertenece, hasta el más pequeño de una empresa está capado al final por lo que diga el jefe de la misma y solo se consiguen migajas ya que todos ellos se tienen que regir a los convenios generales de un tipo de industria en concreto, llegando aún acuerdo con la patronal a nivel estatal.
Para mi, la mayor debilidad, la cobardía suprema, es la adhesión o sumisión al poder que destruye al propio país.
La mayor fortaleza es la del alma noble que renuncia a participar en una ceremonia de bellacos y distingue a los espíritus libres.
Votar no es un deber sino un derecho igual que no votar.
Sí hay alternativa. Los ciudadanos que no se comportan como siervos voluntarios sí pueden decidir.
Culpar a Dani Martín por ser un abstencionista consciente de no querer participar en esta farsa llamada "la fiesta de la democracia", y que entiende que el ganador de las siguientes elecciones seguirá con las pautas marcadas desde Europa y seguirá con la agenda programada, es un acto de difamación y censura hacia su persona y la privatización de su libertad de expresión.
Para mí, culpar por no votar, es como culpar a una mujer maltratada de la violencia de su maltratador y todo por cuatro años de ignominia por un voto…me explico:
Han mantenido el cambio del artículo 135 de la Constitución (hecho por PSOE y PP de forma exprés y sin referéndum), para que pagar la deuda sea lo primero.
Han mantenido la Ley Mordaza.
No han reformado ni la Ley Electoral ni la Ley de Partidos.
Han mantenido la Ley que aprobó el PSOE con el PP, de privatización de la sanidad.
Nos han metido en la guerra de Ucrania y en la de Palestina posicionándonos a favor de la corrupción, mientras siguen muriendo personas inocentes.
La cesta de la compra cada día es más cara y la educación escasa y adoctrinadora.
Nos insertaron el miedo a través de una plandemia y provocaron la muerte de nuestros seres queridos.
Destruyeron empleos y ahora van por la salud sexual de nuestros hijos.
Así que no, peligrosos los que exigen en nombre de las patrias y banderas, mientras mienten y resquebrajan nuestros derechos universales.
Todo mi apoyo a Dani Martín.