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El movimiento se demuestra andando

02 de Noviembre de 2025
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El movimiento se demuestra andando. camino

El Titular se atribuye a Diógenes, cansado de debatir sobre el significado de las acciones en lugar de palabras vanas, siendo aquéllas la verdadera prueba de una idea o intención, demostrando en forma práctica a través del sentido físico de caminar, a través del movimiento como acción era una realidad innegable comparándolo con las palabras. 

Hoy en día, la expresión se usa para enfatizar la necesidad de pasar de la teoría a la práctica. 

En el contexto político resulta válida tal afirmación pudiéndose usar también de forma más específica para referirnos a la importancia de la acción práctica en dicho contexto.

SU ORIGEN, ACTUALIDAD Y FUTURO EN LA POLÍTICA ESPAÑOLA. 

Siempre ha sido una realidad permanente que nuestros políticos no han dado la talla para demostrar la eficacia de una política pública responsable,

Sabido es, que la misma no se evalúa por sus puntuales acercamientos y adulaciones mediante discursos o promesas durante las consabidas campañas electorales. 

No, sino más bien por la conversión efectiva de las necesidades de la población y/o corrección de políticas erróneas en resultados positivos y concretos.

Actualidad. No les voy a aburrir de nuevo con detalles sobre la situación política casi diaria y sus frecuentes comportamientos históricos sobre irregularidades, ya que entre la fragilidad de nuestras memorias y la habitual práctica que ello supone, bastaría con dedicar unos segundos para obtener conclusiones.

Precisamente, la Constitución Española se refiere a EFICACIA Y EFICIENCIA, como principios claves de la Administración Pública, que deben orientarse lograr sus objetivos para servir a los intereses generales. Una pretensión aún lejana.

Pero ¿Y el futuro...?

Mientras continuemos con insuficiente transparencia, nos seguirá desbordando la deshonestidad conocida.

Aspectos tales como el fortalecimiento de Instituciones promoviendo: Transparencia y Rendición de Cuentas, junto a sanciones ejemplares a los culpables, contribuirían a aumentar la confianza de la Sociedad. ¿Pero…?

Es cierto, que no se puede pretender la existencia de una integridad y honestidad "puras" en política, ya que, por supuesto resulta necesario un proceso continuo que dependerá de cambios culturales, institucionales y, sobre todo, de voluntad y exigencia ciudadana. Ello lleva su tiempo naturalmente. pero siempre tenemos la sempiterna pregunta: ¿Dispondremos de ella con ocasión de unas nuevas Elecciones y ante una nueva y posible gobernanza política?

HERRAMIENTAS PARA SU OBTENCIÓN.

La exigencia ciudadana ante Grupos de Presión.

El autor viene sosteniendo que una actitud en el día fijado para las Elecciones podría consistir en que, a la vista de los deseos pretendidos por la sociedad sobre regeneración política y ética, los cuales, continúan incumpliéndose, una posible solución podría consistir posiblemente en Abstenerse de votar como muestra inequívoca de desestimación del Elector sobre determinados comportamientos políticos que exigen los Principios arriba citados.

Tal actitud consistiría en una muestra legal de desaprobación a las situaciones conocidas consistentes según expertos politólogos, en que las Sociedades en estos últimos tiempos se abren cada vez más a la Transversalidad Política, defendiéndose en la actualidad, de que la actual estructura socioeconómica mundial hace que la distinción de: “izquierda-derecha o centro”, bien carezca de sentido o resulte indeseable. (Seymour Martin Lipset, (+2006,EE.UU) y Stein Rokkan (+1979, Noruega) – Party Systems and Voter Alignments (Free Press, 1967)-, unos de sus precursores junto a otros adherentes de la transversalidad).

CONCLUSIÓN.

En las últimas Elecciones, el porcentaje de Abstención superó el 30%, considerado alto en un sistema democrático.

Cabría plantearse, ante un supuesto abstencionista, ¿qué se preguntarían Políticos y Grupos de Interés, si la ética de la ciudadanía hiciera subir la Abstención merodeando el 50% del cuerpo electoral?, o bien, deliberasen los políticos coloquialmente con un ¿Qué pasa aquí?, si los electores diesen la espalda. Efectivamente, ¡Algo estaría pasando!

Por último, conviene señalar que resultaría elevando de un 3 a un 5% de votos válidos para acceder al Congreso, así como nuevos sistemas electorales y de control: que desincentiven la corrupción y premien la honestidad, así como un escrutinio público y controles institucionales sobre quienes ostentan el poder.

En definitiva, son las propias Instituciones públicas las que deben crear y aplicar políticas de integridad, más allá de las sanciones legales, para construir "infraestructuras éticas" y fomentar la coherencia entre los servidores públicos y el interés general.

Recogido queda. ¡El Movimiento se demuestra andando!

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