Gregory Bateson fue un influyente biólogo, antropólogo, filósofo, psicólogo, lingüista, científico social y un montón de cosas más. Un hombre talentoso que ejerció su labor en la Universidad de California. Abandonó esta complicada vida en 1980 no sin antes dejarnos una de las teorías mas ingeniosas sobre el origen de la Esquizofrenia, un severo desorden mental que afecta a individuos jóvenes y que suele ser devastador tanto a nivel cognitivo como afectivo. Los pacientes oyen voces que no existen, tienen ideas extrañas y unas muy peculiares formas de pensar. Bateson consideraba la Esquizofrenia en relación con un peculiar modo de comunicación familiar que llamaba " doble vínculo". Resumiendo, los hijos que más tarde desarrollarían esquizofrenia, recibían durante sus años de infancia y adolescencia mensajes contradictorios de sus progenitores de los que no podrían escapar (por su innata dependencia emocional y material de sus padres) ni tampoco pedir aclaraciones al respecto. En este tipo de comunicación, un primer mensaje era inmediatamente negado por el siguiente, pudiendo ser ambos verbales o por el contrario el primero verbal y el segundo no verbal ( es decir, gestos, actitudes, expresiones emocionales). A nivel de ejemplo muy simple, no se puede declarar amor apasionado por alguien mientras se observa un gesto de fastidio en el emisor de dicho mensaje. El "doble vínculo" mantenido durante años provoca angustia, irritación y una constante confusión y sensación de irrealidad en los hijos, futuros pacientes, dando lugar a una persistente suspicacia y una maniática búsqueda de significados ocultos en la realidad cotidiana que caracterizan a la Esquizofrenia y la Paranoia.
Uno de los efectos más perniciosos de la constante propaganda a la que la población se encuentra sometida en la actualidad es precisamente un tipo de comunicación caracterizada por el "doble vínculo". Me explico. Los gobiernos en los que deberíamos confiar puesto que nuestro bienestar y nuestro futuro depende de ellos nos ofrecen a diario mensajes contradictorios sin pudor ninguno. A nivel internacional se firma una tregua en Gaza, se vende como un extraordinario éxito y ya van más de 200 muertos palestinos con un descenso paralelo de la atención informativa. Se recibe como a un héroe a quien hace poco se buscaba como un peligrosísimo terrorista al tiempo que esos mismos que lo calificaban como tal lo elevan a la Presidencia de Siria y vierten sentidos homenajes por los muertos en los atentados de París en 2015 en los que estuvieron implicados individuos de organizaciones que eran dirigidas por el susodicho héroe sirio. Quieren en Dinamarca cobrar impuestos por las "ventosidades" de las vacas y las peligrosísimas emisiones de metano mientras se van a gastar ingentes cantidades de dinero en armas que, al parecer, no contaminan. En España no cesan de hablar de la separación de poderes y de nuestra salud democrática mientras contemplamos estupefactos el juicio del Fiscal General del Estado. Durante la Pandemia las instrucciones absolutamente contradictorias no cesaron ni un instante. Todavía recuerdo a Michel Houellebecq, ese escritor francés que se caracteriza por su lúcido pesimismo cuando decía :" el mundo tras el covid va a ser como el anterior pero peor". Y es que tengo la sensación que tras la Pandemia los habituales embustes emanados del poder político han mutado hacia una situación de constante " doble vínculo" en la cual vemos a nuestros gobernantes que dicen una cosa y manifiestan la contraria y que hoy digo lo que mañana niego. El político actual debe aprender a comunicarse de tal modo que deje satisfechos al mayor número de gente posible( sus potenciales votantes) diciendo algo con énfasis impostado y descalificándolo poco después mediante un enunciado ambiguo o conflictivo y sosteniendo luego que no fue eso lo que quiso decir. Y todo ello con la constante sospecha por parte del público de intenciones ocultas e indudables incumplimientos de lo prometido que parecen no importarle a nadie en realidad. Los políticos actuales son auténticos acróbatas de la comunicación para hacer tragar lo inverosímil mientras mantienen entre ellos una lucha a muerte por un poder que, en realidad, tampoco detentan, manejados por poderes globales que se lo deben pasar en grande con nuestros ilusos tiempos electorales condimentados siempre por una cualidad de confusión constante.
Vivimos en un tiempo esquizofrénico con unos gobiernos que dicen hacerlo todo por nuestro bien a la vez que no cesan de perjudicarnos y enredarnos en debates inútiles sobre el clima, el sexo, el género o las variopintas discriminaciones identitarias. La población, radicalizada y temerosa de sucesivos peligros ( ahora viene la gripe aviar y veremos cuanto cuestan los huevos dentro de nada- me refiero a los huevos de gallina) se traga, la población digo, sumisa, lo que le echen o la alternativa para los más curiosos es buscar constantemente las intenciones ocultas en las acciones de gobierno para que los medios de comunicación les califiquen de paranoicos. Si, Occidente se ha transformado en un inmenso manicomio. Esperamos con esperanza algún remedio eficaz de la industria farmacéutica, una "benefactorina " en forma de pastilla milagrosa que nos haga a todos amigos y felices. El consumo hedonista y despilfarrador ya no sirve. No vamos a tener suficiente dinero. Ni para pagar al terapeuta.