En estos dias, se ha conmemorado el 50 Aniversario de la Monarquía, de cuyo ágape uno de los Toisones recayó en Felipe González y otro en la Reina Sofía.
Sobre la segunda no me pronunciaré. En su tierra no la quieren ni ver, y ha de implorar pases especiales para que traspase sus fronteras. Aquí nadie pregunta por su inmensa fortuna, cuando salieron de Grecia con una mano delante y otra detrás. Y eso que remendar sus sabanas (tan movidas como las del Emérito), corre por cuenta de los contribuyentes. A Letizia le importan más sus labios compartidos.
Lo de Felipe González en cambio es una recompensa bien merecida, a quien ha sido un felón y baluarte del sistema y eso que yo era de los que, me saltaba las clases de Derecho Romano de Murga, para escuchar sus mitines en el Prado de San Sebastian de Sevilla, donde residían aquellos generales que no durmieron el 23 de Febrero.
Felipe González se está encorvando. La edad no perdona. No hay que favorecer la herejía. Como a todos, la vejez dobla la espalda; pero la de Felipe lo hace mecánicamente cuando se trata de salvar a los Borbones, la tragedia de esta España nuestra de Cecilia, a la que la censura multó y hay quienes dicen que hasta mató.
MIs bisabuelos eran republicanos y huyeron por Tanger. No les dió tiempo de salvar ni sus libros, que versaban sobre la Teosofía y el amor libre. Nadie hablaba de ellos en casa, pero yo me sentía orgulloso de un recorte de sociedad, que descubrió mi hijo y sobre el que nadie habia reparado y que glosaba su boda, escondido tras un desvencijado marco. Ni eso salvaron como única notaria de la efemérides. No hay nada que ames que no acabes extraviando y quizás eso sea lo único por lo que merece la pena vivir, el instante...
Felipe Gonzalez es la deshonra de los republicanos, que no es otra cosa que la mejor forma de elogiarlo. No deja de tener su gracia que diga que sus altos mandos y los franquistas lloraron juntos.
Joder, si Vicente Rojo, -el que fuera de los republicanos- falleció en 1.966 despojado de cualquier tributo u honor. ¿A que lagrimas se refería?
Todas las habían agotado en la previa de su fusilamiento real o imaginario. Felipe González nunca fue a la tumba de Azaña y estoy en la convicción de que jamás leyó a Antonio Machado, salvo en algún discurso precocinado por sus asesores. Ha olvidado la memoria de Largo Caballero, que la de Negrín ya la habían extirpado cuando lo echaron del Partido Socialista.
Todos fueron meros accidentes, como Llopis.
La conmemoracion del 50 aniversario de la monarquía es el respaldo a uno de los últimos Decretos de Franco y yo me declaro objetor.
Atrás queda la memoria de Grimau, de Pasionaria (fijense como mencionó a Carrillo e ignoró a Anguita) , y –ya con los años me voy repitiendo- otra vez soslayó a Negrin; y también de aquellos mis bisabuelos cuyo nombre y las ideas murieron en las mismas flores de Cernuda y Juan Ramón, o sea dalias y bayahibes.
Un país que celebra a Franco y que pondera la práctica más común ibérica -la designación a dedo- no dejará de ser lo que es, frente a lo hubierámos anhelado.
Eso sí, las estaciones se las ponemos a Almudena, la única junto al excelso Jordi Soler que osó defender a los perdedores de la literatura y ahora de la historia.
En una semana aciaga, donde se han impuesto los sucesores del Tribunal de Orden Público con la condena del Fiscal General del Estado Angel Ortiz (no hace falta más comentario que fuera publicitada un 20 N), a Felipe solo le quedan sus posesiones en Macondo y ahora su Toisón...
Recuerdo aquellos claretianos que se subían las sotanas en las escaleras del Benito Villamarin. Para ellos, la unica mentira no reprobable era la conversión fingida antes de la muerte. Y de eso versó el autobombo del 50º aniversario, que no es más que el homenaje encubierto al mayor experto en trampas fiscales de nuestro ordenamiento y que reside –o eso dicen- en Arabia Saudí.
Por no tener, los republicanos no tienen ni el cuerpo de Lorca y el de Azaña quizás, pero bien lejos... Todos saciados con los cuerpos incorrruptos de Santa Teresa y de Florentino Pérez.
Vallejo Nagera hubiera orgasmado desde la tribuna. Ya puestos, debieron concederle un toisón a título póstumo. La extirpación del gen rojo o más bien morado.
Nada nuevo. Ya Franco se lo reveló a Nixon. Con Juan Carlos todo quedaría atado y bien atado. Sin Felipe no hubiera sido posible.
Un brindis por cincuenta años de Borbones en España.
"El Príncipe [Juan Carlos] será Rey, porque no hay alternativa", le dijo el dictador al general Vernon Walters.