El artículo se puede resumir en un lapidario "España no ha pintado nada" siendo reducida a un mero objeto, que nunca sujeto, dentro de la política internacional. No podía ser de otra manera tras perder sus territorios ultramarinos durante el siglo XIX. Noam Chomsky pone en boca de Tucídides una gran verdad: " las naciones grandes hacen lo que quieren y las pequeñas aceptan lo que deben". Siendo ello muy cierto, de todos modos se puede tener cierta dignidad o mostrarse reiteradamente como unos vendidos serviles y cínicos frente al resto del mundo. Que es justo lo que ha hecho la clase dirigente española durante todo el siglo. Me atrevería a decir que el único éxito internacional español durante el siglo XX fue no entrar en la Segunda Guerra Mundial y creo que se debió más bien a la falta de interés de los entonces beligerantes que al gobierno del general Franco. Porque me da la impresión que la política exterior española más que a las necesidades generales de la nación ha respondido a intereses extranjeros unidos a necesidades internas de la clase dirigente española.
Tenemos el ejemplo en Gaza. Que se está perpetrando un Genocidio en aquellas tierras es más que evidente desde hace mucho tiempo. Pues bien, a los miembros de nuestro gobierno, y justo ahora que se encuentra acosado por graves problemas de corrupción, no se les va de la boca la denuncia de la masacre diaria llevada a cabo por Israel. Se les ve el plumero aunque parece que no les importa demasiado. De igual modo, en el principal partido de la oposición, sus bien pagados propagandistas les han debido señalar que se deben escudar en que no se qué institución internacional no ha calificado todavía de genocidio lo que ocurre en Gaza y que es preciso recordar el terrorismo de Hamás. ¿Nadie tiene criterio propio?
Este año, entre otras conmemoraciones, deberíamos recordar la más vergonzosa de todas. En noviembre se cumplirán 50 años de la " Marcha Verde" organizada por el Reino de Marruecos con apoyo de Francia y esa benéfica organización americana, la CIA tan propensa a organizar golpes de estado y entrometerse en la política interna de países de medio mundo. Más de trescientos mil civiles marroquíes y unas cuantas unidades militares infiltradas penetraron en el Sáhara español tras un dictamen del Tribunal Internacional de La Haya el mes anterior (octubre 1975) que no reconocía vínculo alguno de soberanía entre Marruecos y Mauritania y el Sáhara Occidental. Resultado : los acuerdos tripartitos de Madrid y la población saharaui a los campamentos de Tinduf en Argelia tras la retirada española de febrero de 1976. Y todo para que aquel territorio no cayese bajo la órbita argelina, cercana entonces a la U.R.S.S. Me acuerdo bien de todo aquello porque los meses anteriores se nos había estado diciendo machaconamente que España defendería los dictámenes de la ONU y la celebración de un referéndum de autodeterminación. Nada de nada finalmente y a saber lo que se llevaron los partidarios de la soberanía marroquí encabezados por el propio presidente del gobierno de entonces Carlos Arias Navarro. Claro que, en 2022 nuestro Pedro Sánchez, tan indignado por Gaza, terminó de consumar la traición a una gente que en su día fue española plegándose a los intereses marroquíes en contra de lo sostenido por el PSOE durante años. Ya se sabe, un "cambio de opinión"
En el concierto internacional el siglo XX español comenzó tan mal como había terminado el XIX. El gozne de ambas centurias lo constituyó otra descolonización desastrosa : La pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Muchos autores están realizando ahora una revisión de aquellos hechos sobre los cuales nos han mentido, una vez más, desde hace muchos años. Solamente desde una connivencia del gobierno de Sagasta con los EEUU se pueden explicar las disparatadas decisiones de los mandos militares españoles. Yo pensaba que había existido incompetencia y falta de medios. Pues parece que fue mucho peor, con sobornos y traiciones. Recuerdo ahora las batallitas que de pequeño me contaba mi bisabuelo que sirvió en Cuba. Hasta enfermó de malaria. Mucho valor el de aquellos hombres arriesgando sus vidas por una nación tan maltratada por sus políticos.
Y en esas seguimos. La soberanía española hace años que ha dejado de existir. Consuela pensar que, en definitiva, España está tan vendida a una clase dirigente corrupta como Francia o Alemania, países que antaño admirábamos como ejemplos de una política exterior un poco más ética ( sólo un poco) También son, como España, "naciones pequeñas" que diría Tucídides. Y, naturalmente, toca "aceptar lo que nos manden".