Recuerdo a Arnaldo Otegui en la entrevista que le hizo Jordi Évole en Salvados. Me pareció un hombre pequeño y cobarde. Me lo pareció contundentemente en el momento en el que pidió al entrevistador “dejar de mirar al pasado”. Recuerdo que pensé: “¿Qué te has creído, cobarde, gallina, capitán de las sardinas?, ¿quién carajo te has creído que eres para pedir tamaña barbaridad?”.Miramos al pasado para vernos, para saber quiénes somos y dónde estamos, por supuesto que lo hacemos. Y al formular su petición, Otegi elegía situarse en las filas de aquellos que, en este país, llevan tiempo cubriendo de mentiras lo que somos, o sea lo que fuimos y fueron.Qué vergüenza.***
Esta mañana la alcaldesa Colau ha decido rendir un homenaje en tuiter a la memoria del político Ernest Lluch, asesinado por ETA hoy hace 16 años.Un tal Josep Garganté le ha rebuznado.No pasaría nada, en principio, ya que tuiter es lugar de rebuznos, eructos y otras ventosidades. Pero resulta que este tal Garganté es concejal del Ajuntament de Barcelona por las CUP. Y su rebuzno ha consistido en justificar el asesinato argumentando que “era del PSC-PSOE (que no eran, por cierto, monjas de la caridad, precisamente)”.Insisto, concejal del Ajuntament de Barcelona.***
Mirar al pasado de una misma, que es nuestro pasado, supone un esfuerzo de honestidad que acostumbra a estar bañado en hiel. Sé por experiencia propia que, al intentar describir lo que allí contemplas, el cuerpo se rebela y tiemblas.Detesto a los mentirosos, a los cobardes y a los que hacen de ese arrojo un ejercicio de idiotez.***
Mañana espero seguir con otras cosas.