Miles de trabajadoras y trabajadores en toda España han secundado este miércoles la jornada de lucha convocada por UGT y CCOO bajo un mismo lema: “Paz, justicia y derechos humanos para Palestina”. Concentraciones, paros parciales y lecturas de manifiestos se han sucedido en centros de trabajo de todo el país para exigir el fin de la violencia y reclamar una paz basada en la justicia.
En Madrid, el acto central se ha celebrado frente al Hospital Niño Jesús, con la participación del embajador de Palestina, Husni Abdel Wahed, y los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, de CCOO, Unai Sordo, UGT Madrid, Susana Huertas y de CCOO Madrid, Paloma Lópoez.

Stop al genocidio
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha sido tajante: “No hay paz posible si no hay justicia. La justicia internacional tiene que entender de los crímenes de guerra y del genocidio que se ha estado practicando en Gaza”. Álvarez ha denunciado la fragilidad de los acuerdos de paz, que “ni siquiera han sido firmados por las partes llamadas a cumplirlos”, y ha advertido de que “no es un ejército contra otro ejército; es un Estado contra una población civil desarmada”.
El líder sindical ha agradecido la movilización global que ha permitido abrir un resquicio al diálogo, pero ha alertado de que no es momento de bajar la guardia: “Han vuelto a asesinar. Quieren continuar exterminando al pueblo palestino y ante eso tenemos que continuar nuestro trabajo”.
Para Álvarez, la lucha sindical “es también una lucha por la humanidad”. “Lo hacemos por ellos, pero también por nosotros. Hoy son ellos; mañana puede ser cualquier otro lugar del planeta”, afirmó entre aplausos.
La barbarie solo se frena con presión internacional
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha defendido que la movilización sindical es “una forma de mantener viva la conciencia colectiva frente al horror”. Según explicó, el paro laboral de dos horas tenía como objetivo sensibilizar a la población española sobre la importancia de mantener la presión social para detener la barbarie.

“Solo a través de la presión de la opinión pública global se puede detener definitivamente la barbarie que hemos vivido en estos últimos dos años”, aseguró Sordo. Añadió que “el mundo no puede regirse por la ley del más fuerte, por la ley del más salvaje” y recordó que “la paralización de la matanza tiene mucho que ver con esa presión internacional que empezaba a aislar a un Estado que se creía intocable, como el de Israel”.
Madrid ha demostrado estar del lado correcto de la historia
La secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas, subrayó el carácter solidario y humano de la jornada: “Estamos aquí por los trabajadores y trabajadoras, pero también por los niños y niñas de Gaza, por todas las víctimas de esta guerra cruel”.
Huertas destacó la elección del lugar de la concentración —frente al Hospital Niño Jesús— “para recordar a esos pequeños que han perdido la vida bajo las bombas” y reclamó un plan de vida y reconstrucción para el pueblo palestino, no solo un alto el fuego temporal.
“Los sindicatos siempre estaremos a favor de los derechos humanos, aquí y en cualquier parte del mundo”, afirmó. Además, lanzó un mensaje hacia la política madrileña: “La Comunidad de Madrid está devastando derechos, y demuestra cada día que las personas no le importan. Pero los ciudadanos y las ciudadanas de Madrid han vuelto a inundar las calles por la justicia y la empatía”.

Por una paz justa y duradera
Más de 500 secciones sindicales y comités de empresa, junto a medio centenar de organizaciones sociales, se han sumado al manifiesto conjunto de UGT y CCOO, que exige un alto el fuego permanente y verificable, la retirada de las tropas israelíes de los territorios ocupados, el fin del comercio de armas con Israel y la investigación de los crímenes de guerra y de lesa humanidad.
La declaración final, titulada “Llamamiento por la paz, la justicia y el respeto a los derechos del pueblo palestino”, reclama también que la reconstrucción de Gaza responda a las necesidades de su pueblo, evitando la especulación y la injerencia extranjera.
En palabras del embajador palestino, España “demuestra estar del lado correcto de la historia”. Y, como coincidieron los líderes sindicales, no hay paz posible sin justicia, ni justicia posible sin movilización ciudadana.
