“Salud, salarios y tiempo de vida”: fijan la agenda sindical de UGT Madrid para reforzar la democracia en el trabajo

El sindicato y el Ministerio de Trabajo reivindican la vigencia de la libertad sindical y un plan práctico: servicios públicos fuertes, SMI que llegue a la nómina, pensiones seguras y más tiempo de vida con jornadas más cortas

22 de Octubre de 2025
Actualizado a las 18:35h
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Susana Huertas Moya, secretaria general de UGT Madrid inaugura las Jornadas Confederales de Acción Sindical
Susana Huertas Moya, secretaria general de UGT Madrid inaugura las Jornadas Confederales de Acción Sindical 

Las Jornadas Confederales de Acción Sindical han sido algo más que un aniversario de la Ley de Libertad Sindical. Han servido para acordar prioridades y métodos. La secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, pusieron nombre y apellidos a los retos inmediatos: blindar lo público, fortalecer la negociación colectiva y convertir los derechos en mejoras palpables en nóminas y horarios.

Esta ley no solo reconoció el derecho a sindicarse; consolidó a los sindicatos como parte esencial de la democracia en nuestro país”, resumió Susana Huertas. Por su parte Yolanda Díaz reforzó el marco: “Sin trabajo digno y sin sindicalismo de clase no hay democracia”. Y Álvarez lo aterrizó en medidas: “La jornada va a estar en 37:30, les guste o no”, junto a un SMI que “tiene que llegar a la vena del trabajador” y controles de jornada “sin agujeros”.

Susana Huertas Moya, secretaria general de UGT Madrid inaugura las Jornadas Confederales de Acción Sindical
Susana Huertas Moya, secretaria general de UGT Madrid inaugura las Jornadas Confederales de Acción Sindical

Servicios públicos que permiten ejercer derechos

Álvarez abrió con una apelación directa: “Quiero mandar todo nuestro cariño a las mujeres que esperan los resultados de sus mamografías y a los profesionales de la sanidad pública”. Su tesis fue clara: sin servidores públicos con derechos “no se pueden ejercer libremente nuestros derechos”. Pidió acompañar las movilizaciones del día 30 y exigió soluciones: convenio plurianual, plantillas suficientes y salarios que eviten la fuga a la privada o al extranjero.

Susana Huertas conectó con la realidad madrileña: “No podemos callar ante los recortes a la universidad pública ni cuando se cuestiona el derecho al aborto. Tienen consecuencias reales en la vida de la gente”. Y recordó que en la región “cada convenio es una victoria colectiva”: más de 130 en vigor, resultado de horas de diálogo y resistencia.

Menos precariedad y un smi que no se diluya

El balance de los últimos años, defendió Álvarez, es tangible: “Hemos bajado la temporalidad de cerca del 30% al 15%”. Sobre el salario mínimo, fue igual de explícito: “Subió un 61%, hasta 1.173 euros. Se acabó el cuento de que destruiría empleo”. Pero advirtió contra el vaciado vía absorciones en los convenios: el SMI debe notarse en el bolsillo, no perderse entre pluses compensables.

Díaz, por su parte, situó el debate en el corazón constitucional: “Esta ley estructura el sindicalismo de clase y da forma al Estado social”. Y señaló la ofensiva internacional contra el derecho de huelga: “Sin esa herramienta, ¿qué defensa tienen los trabajadores y las trabajadoras?”.

Pensiones y cotizaciones: seguridad para hoy y mañana

Álvarez dedicó un tramo didáctico a las pensiones: “La cotización a la Seguridad Social no es un impuesto; son derechos para cuando nos jubilemos”. Defendió cumplir el acuerdo hasta 2050, sin confundir impuestos con cotizaciones, y recordó la lógica del destope: “Se firmó para pagar más y garantizar el sistema”. El mensaje: previsibilidad y lealtad al pacto para asegurar las jubilaciones del baby boom y de quienes hoy tienen 40 o 18 años.

Tiempo de trabajo, horas extra y control horario real

El otro gran eje es el reloj. Álvarez emplazó a la patronal a concretar en convenios lo que dijo querer negociar: la reducción de jornada. “La jornada va a estar en 37:30”, insistió. Y reclamó homologar el precio de las horas extra a estándares europeos: “No pueden valer lo mismo que las ordinarias; deben pagarse entre el 125% y el 150%”. Todo, ligado a un control horario efectivo: “La norma no puede tener agujeros; la digitalización permite cruzar datos y acabar con los abusos”.

Más voz en la empresa y nuevas barreras contra el esquirolaje tecnológico

Hay que actualizar herramientas. Álvarez planteó reforzar la participación de la plantilla en decisiones clave (“España está a la cola”) y regular el “esquirolaje basado en algoritmos”, nuevas prácticas antisindicales invisibles para las leyes de 1985. Díaz añadió perspectiva histórica: la derecha ya combatió la ley en su origen y hoy “PP y Vox quieren vaciarla eliminando artículos clave”. La respuesta, anunció, será institucional: “Lo llevaremos al Constitucional”.

Salud laboral, clima y diálogo social sin sillas vacías

Álvarez llamó a un pacto de Estado frente a la emergencia climática —“el negacionismo mata”— con medios para servicios públicos como los bomberos forestales. Y pidió desbloquear la mesa de prevención: “No continúe la CEOE boicoteándola; cada día hay muertes que podemos evitar”.

Díaz apeló a la responsabilidad empresarial: “Le pido a la patronal que vuelva a la mesa de los acuerdos. Nosotros no nos hemos movido”. Y lanzó un aviso sobre la neutralidad cómplice: “Quien se calla ante ataques a la democracia, consiente”.

Representación, transparencia y democracia directa

UGT exhibió músculo organizativo. “De 2020 a 2024 pasamos de 82.000 a 108.000 delegados: pico y pala”, señaló Álvarez. Sobre financiación, transparencia: “Los planes de igualdad nos cuestan más de 15 millones; la subvención prevista para 2025 es de 11,5 millones”. Y una idea central: los beneficios de lo negociado alcanzan a toda la plantilla, esté o no afiliada.

Luján, Yolanda Díaz, Susana Huertas, Patricia Ruiz y Lola Navarro en las Susana Huertas Moya, secretaria general de UGT Madrid inaugura las Jornadas Confederales de Acción Sindical de UGT
Luján, Yolanda Díaz, Susana Huertas, Patricia Ruiz y Lola Navarro en las Susana Huertas Moya, secretaria general de UGT Madrid inaugura las Jornadas Confederales de Acción Sindical de UGT

Yolanda Díaz reivindicó las elecciones sindicales como ejercicio cotidiano de democracia directa y recordó un dato que suele olvidarse: “El 70% de la representación la concentran UGT y CCOO: es la gente votando”.

Cerrar el círculo: política útil, vida mejor

No somos apolíticos; nacimos para defender integralmente los derechos de la clase trabajadora”, zanjó Álvarez, uniendo convenios con vivienda, sanidad, universidad pública y fiscalidad justa: “Bajar impuestos a los ricos es quitar derechos al resto”. El cierre fue coral. Huertas: “No queremos importar modelos que destruyen lo público; queremos reforzar lo que nos cuida”. Díaz: “Defender la libertad sindical es defender la democracia”. Y Álvarez resumió el objetivo: “Queremos vivir mejor: salarios que lleguen y jornadas que se cumplan”.

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