El juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha decretado la libertad provisional de la penúltima mano derecha de Pedro Sánchez, Santos Cerdán, al considerar que el riesgo de destrucción de pruebas que motivó su ingreso en prisión sin fianza el pasado 30 de junio se ha visto “seriamente mitigado”. La decisión llega acompañada de nuevas medidas cautelares destinadas a garantizar su disponibilidad para la investigación.
Cerdán deberá comparecer cada quince días ante el juzgado, no podrá salir del territorio nacional y se le ha retirado el pasaporte. Estas medidas sustituyen la prisión provisional que, según el magistrado, ya no se justifica en el actual estado de la investigación.
En su auto, el magistrado explica que el riesgo de que el investigado pudiera “ocultar, alterar o destruir” fuentes de prueba relevantes era “muy intenso” cuando se acordó su ingreso en prisión. Sin embargo, Puente sostiene que este peligro ha disminuido significativamente gracias al avance de las diligencias instructoras.
El juez detalla que la investigación ha permitido obtener información que “muy probablemente habría resultado ocluida o de muy difícil acceso” en caso de que Cerdán hubiera intentado interferir en ella. Con esa evidencia ya asegurada, la prisión provisional deja de estar amparada por el argumento que inicialmente la justificó.
El auto subraya que las pesquisas no solo no han debilitado los “consistentes indicios de criminalidad” existentes, sino que los han reforzado y han abierto nuevas líneas de investigación. Sin embargo, la existencia de indicios robustos no es motivo suficiente para mantener a un investigado en prisión preventiva, según señala el juez.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal exige para ello la concurrencia de al menos uno de estos riesgos: fuga, destrucción u ocultación de pruebas, o reiteración delictiva. Según el magistrado, ninguno de ellos se cumple en este momento con la intensidad necesaria.
Sobre la posible reiteración delictiva, el juez descarta ese escenario: Cerdán no ocupa actualmente ningún cargo público ni mantiene responsabilidad orgánica en el PSOE, lo que, a su juicio, reduce notablemente la capacidad de repetir la conducta investigada.
Tampoco aprecia un riesgo “cierto y acusado” de fuga, aunque reconoce que nunca puede descartarse por completo. Aun así, considera que este riesgo puede neutralizarse con medidas cautelares menos intrusivas que la prisión.
Respecto al riesgo de destrucción de pruebas, Puente reitera que ha quedado mitigado y ya no sostiene la privación de libertad. No obstante, señala que persisten indicios sólidos sobre la posible comisión de delitos, por lo que resulta necesario establecer restricciones adicionales que garanticen la presencia de Cerdán durante el proceso y eviten cualquier intento de eludir la acción de la justicia.
Con esta resolución, el exdirigente socialista recupera la libertad tras más de un mes en prisión, mientras la investigación continúa su curso y se abren nuevas líneas de indagación sobre los hechos que se le atribuyen.