Por primera vez en casi una década, una institución centroamericana intervino en el Consejo de Seguridad de la ONU. Semanas antes, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, visitó cinco países de la región. Ambos hechos se leen en clave de reposicionamiento estratégico en un espacio donde convergen Estados Unidos, Europa, China y Rusia.
El 19 de agosto, la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) fue invitada a participar en una sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Nueva York. Se trató de un gesto inusual: de los 61 Estados convocados para presentar posición, solo dos organizaciones internacionales —la Unión Europea y la Corte Centroamericana de Justicia— recibieron autorización para intervenir de forma monográfica ante el máximo órgano de seguridad global.
El Enviado Especial de la Presidencia de la Corte ante la ONU, David Balsa, pronunció el discurso en nombre del tribunal. Con amplia trayectoria en organismos internacionales y nominado al Premio Nobel de la Paz en 2023 por su labor en Centroamérica, Balsa destacó la Presidencia ejercida por Panamá en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), compuesto por ocho Estados, y subrayó el trabajo conjunto de sus instituciones: el Parlamento Centroamericano, la Secretaría del SICA y la propia Corte Centroamericana de Justicia en ámbitos como la construcción de paz, el desarrollo regional y la protección de derechos humanos.
Señales diplomáticas en el Consejo de Seguridad
La intervención fue seguida con atención por las quince delegaciones del Consejo de Seguridad, incluidos sus cinco miembros permanentes (Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido). Un detalle llamó la atención en los círculos diplomáticos: la delegación estadounidense se incorporó expresamente a la sesión para escuchar la intervención de la Corte, después de haberse ausentado durante la exposición previa de la representante de la Unión Europea, Hedda Samson.
Según medios norteamericanos, esta ausencia inicial respondía a tensiones entre Washington y Bruselas en relación con Ucrania registradas en agosto.
Proyección exterior de la Corte Centroamericana
La Corte Centroamericana de Justicia anunció su disposición a admitir nuevas solicitudes de Estados Observadores a partir de enero de 2026, siguiendo la trayectoria ya establecida por el Parlamento Centroamericano y el SICA. La medida se interpreta como un paso para reforzar presencia internacional y ampliar alianzas.
Durante su intervención, Balsa reconoció también la labor de diversas figuras vinculadas al sistema multilateral: la expresidenta chilena Michelle Bachelet, por su trabajo al frente de ONU Mujeres —y considerada una de las candidatas con más opciones a la Secretaría General de la ONU para 2027–2031—; la actividad de la Alianza de Civilizaciones (UNAOC), dirigida por Miguel Ángel Moratinos; la Presidenta de la Unión Interparlamentaria, Gabriela Cuevas; y la Directora del Departamento de Asuntos Políticos de la ONU, Elizabeth Spehar.
En su exposición, la Corte ofreció colaboración plena y jurisprudencia alineada con la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Gira del secretario de Estado Marco Rubio
Paralelamente, la región volvió al primer plano con la primera gira exterior del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, de ascendencia cubana, el pasado mes de febrero. El recorrido incluyó El Salvador, Panamá, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana.
Estados Unidos es Estado Observador del SICA, participa en las cumbres presidenciales y en reuniones de cancilleres, y busca reforzar presencia e influencia en un contexto en el que la política estadounidense hacia Centroamérica será revisada respecto a la impulsada por la anterior administración demócrata.
Competencia estratégica en el istmo
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Unión Europea mantiene un vínculo estructural mediante el Acuerdo de Asociación y Libre Comercio UE–Centroamérica firmado en Madrid en 2010 durante la presidencia española del Consejo de la UE.
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República Popular China, Estado Observador del Parlamento Centroamericano desde 2023, ha ampliado su presencia con la Iniciativa de la Franja y la Ruta y con un incremento sostenido del comercio.
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Federación Rusa ha intensificado la cooperación diplomática y sanitaria (incluida la donación de vacunas Sputnik durante la pandemia), y su incorporación como Estado Observador del SICA está pendiente de los últimos trámites.
Centroamérica, tradicionalmente ubicada en la periferia de la política global, está reapareciendo como espacio donde se disputan alineamientos, rutas logísticas, acceso a puertos, y capacidad de articulación regional. La cuestión ya no es solo quién influye en el istmo, sino cómo el istmo define su papel en la reorganización internacional en marcha.