La investigación de la Autoridad Garante de la Competencia y del Mercado de Italia (AGCM) ha abierto un nuevo frente judicial y regulatorio para Ryanair, esta vez con implicaciones que van más allá del derecho de la competencia y alcanzan de lleno a los mercados financieros internacionales. Documentos internos incautados durante un registro en la sede central de la aerolínea apuntan a que la alta dirección de Ryanair engañó conscientemente a accionistas y al Consejo de Administración sobre su desempeño comercial a finales de 2023 y comienzos de 2024.
Según la resolución, la caída de ventas de Ryanair atribuida públicamente a un supuesto boicot de las agencias de viajes online (OTAs) fue en realidad consecuencia directa de una decisión estratégica interna deliberada. La compañía activó un sistema de bloqueo técnico, conocido internamente como programa “Shield”, destinado a impedir que las OTAs vendieran billetes de Ryanair. Informes internos reconocen de forma explícita que esta medida provocó que los vuelos “desaparecieran de la venta” en estas plataformas, afectando directamente al volumen de reservas.
Engaño a los inversores
Pese a disponer de esta información, Ryanair optó por ocultarla en sus comunicaciones financieras oficiales, responsabilizando a terceros del deterioro de sus resultados. La AGCM sostiene que la aerolínea difundió un relato falso tanto ante los mercados como ante su propio Consejo de Administración. Entre los documentos citados figura una comunicación del consejero delegado, fechada el 23 de enero de 2024, en la que se atribuía la retirada de vuelos a una supuesta decisión unilateral de las OTAs, sin mencionar que el bloqueo había sido activado por la propia empresa.
Para el regulador italiano, esta conducta revela una intención expresa de desinformar, lo que plantea serias dudas sobre el cumplimiento del Reglamento europeo sobre abuso de mercado (MAR) y de la legislación de valores en las bolsas donde cotiza Ryanair, tanto en Euronext Dublín como en el Nasdaq. Además, el comportamiento descrito contradice el propio Código de Conducta de Ryanair, que obliga a mantener comunicaciones “justas” y “exactas” con los inversores.
Estrategia sistemática para eliminar a las OTAs
Más allá del frente financiero, la AGCM describe una estrategia ilegal y en varias fases destinada a expulsar del mercado a las agencias de viajes independientes. El primer pilar fue el bloqueo técnico ilegal (“Shield”), diseñado para identificar y cortar de raíz las reservas procedentes de OTAs con el objetivo explícito de apropiarse de su negocio y base de clientes.
El segundo elemento consistió en la imposición de obstáculos discriminatorios a los consumidores, como un proceso de verificación facial aplicado únicamente a los clientes que reservaban a través de agencias. Según el regulador, esta medida buscaba incrementar deliberadamente las molestias para esos usuarios y está siendo investigada por posibles infracciones del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), al implicar el uso de datos biométricos sensibles con fines anticompetitivos.
Campañas de descrédito
De forma paralela, Ryanair desplegó una campaña masiva de descrédito y denigración contra las OTAs. Correos electrónicos internos incautados muestran que directivos reconocían que plataformas como, por ejemplo, eDreams Prime, ofrecían billetes incluso más baratos que la web oficial de Ryanair, contradiciendo las acusaciones públicas de sobreprecios. Estas prácticas ya habían sido sancionadas por el Juzgado Mercantil nº 12 de Barcelona, que condenó a la aerolínea por competencia desleal y denigración.
El último eslabón de la estrategia fue la imposición de acuerdos de distribución coercitivos, los llamados contratos de “OTA Aprobada”. La AGCM concluye que Ryanair condicionó el levantamiento del bloqueo técnico y el cese de las campañas de descrédito a la firma de acuerdos que limitaban la capacidad de las agencias para competir eficazmente. Documentos internos revelan que la directriz era “seguir siendo agresivos” con las OTAs que se negaran a aceptar estas condiciones.
Exigencia de una investigación europea
Según una nota de la compañía eDreams ODIGEO, el caso Ryanair no es un episodio aislado, sino la manifestación de un patrón sistémico de incumplimiento normativo, que abarca desde el derecho de la competencia y la protección de datos hasta los derechos de los pasajeros y la normativa de consumo. La empresa recuerda que ha obtenido resoluciones favorables contra Ryanair en España, Alemania y otras jurisdicciones, pese a lo cual la aerolínea habría incumplido mandatos judiciales de forma reiterada.
Ante este escenario, se insta a la Comisión Europea, a las autoridades nacionales de competencia y a los reguladores de los mercados financieros a abrir una investigación exhaustiva a escala de la UE. La resolución de la AGCM, que califica las infracciones como “muy graves”, podría marcar un punto de inflexión en el escrutinio regulatorio sobre una de las aerolíneas más influyentes del panorama europeo.