Hay cosas, muchas cosas, que no se pueden asimilar cuando suceden. El ser humano necesita tiempo para digerir y comprender. Como es natural cuando Alcaraz perdió en París dictamos a la maquinita que nos hace la mecanografía un artículo, y lo titulamos ALCARAZ EN CAÍDA LIBRE.
Pero es mentira, el supersaiyano del Palmar no está en caída libre. Y la derrota no fue porque su rival jugase mejor que él. Eso es una tontería. Cameron Norrie no puede con Alcaraz en su versión supersaiyano ni aunque se tome dos botes de anfetas. Todo estaba en la cabeza de Alcaraz, que logró un nuevo récord de fallos en un solo partido. Más de cincuenta.
¿Y por qué? Es muy sencillo de entender. DON CArlos ALCAraz había acudido a París con todo ya ganado este año, y su único aliciente era enfrentarse una vez más a Vegeta, al otro supersaiyano, al fistro pecador, a Jannik Sinner, que en su último encuentro lo había derrotado porque los torneos de exhibición son poca cosa para Donka Alka, no le ponen, aunque haya la pila de millones de cochinos dólares por medio.
Pero... Qué aburrimiento más horrible tener que jugar con el bueno de Cameron Norrie. Por mucho que aplaudiesen los oráculos Carretero y Mielgo la calidad del juego del británico.
Pero es mentira, repito y repetimos, que Carlos Alcaraz, don Carlitos, el muro del Palmar, el Mito, el supersaiyano, esté en caída libre.
Sigue en su mejor momento y la próxima vez que se enfrente a su archienemigo, con el gran Vegeta Sinner, va a arder Troya. Y va a ganar Son Goku, alias Kakaroto, alias Carlos Alcaraz Garfia.
Tigre Libre