Todo vale en la guerra y en el amor. Y también en los negocios. Pero de negocios ya hemos hablado demasiado en los últimos artículos. Vamos a por la guerra y a por el amor. Vamos a detenernos un instante y pensar todo lo que ha perdido Max Verstappen en el Gran Premio de Abu Dhabi 2025.
Porque no se trata de un simple Mundial. Simple para él, que lleva ganados cuatro. Lo poco importante que es una carrera en comparación con un Mundial puede comprobarse en la felicidad de Lando Norris.
Pero lo que pretendía Verstappen era mucho más grande que conseguir un Mundial, era lograr el quinto consecutivo. Hacer crecer su leyenda y mezclarse ¡ya! con los absolutamente más grandes. Y dejarse la puerta abierta para conseguir batirlos a todos.
Un quinto Mundial consecutivo. Eso es lo que ha perdido el gran Max Verstappen y, aunque intente disimular, es evidente que está cabreado como una mona. Porque sabe, todos lo sabemos, que es un piloto superior a cualquier otro de la parrilla, con el permiso de Fernando Alonso.
Y probablemente no volverá a tener la oportunidad de ganar cinco mundiales seguidos. Quizá ni siquiera logre ganar otro Mundial a pesar de lo excelente piloto que es, y la prueba es, volvemos a él, Fernando Alonso.
El "todo vale en la guerra y en el amor" del principio lo decíamos por Yuki Tsunoda, que se movió peligrosa e ilegalmente para intentar parar a Norris. De hecho lo sacó de la pista, y Norris podría haberse estrellado en lugar de simplemente adelantarlo. No creemos que Max Verstappen se hubiese puesto a llorar si Tsunoda hubiese dejado a Norris fuera de combate.
Son las carreras, amigo, que diría Michael Masi.
El mundo entero ha celebrado la alegría de Norris y el triunfo en el campeonato Mundial de conductores de un piloto de McLaren después de tantos años. Pero ese mismo mundo habría celebrado, y quizá con mucho más entusiasmo, que Max hubiese ganado su quinto Mundial consecutivo.
Cabreado como una mona, está Maximiliano.
“BLandito y su mundial, utilizando la calculadora y quedando tercero”.
No seremos nosotros quienes vayamos a reprochárselo al holandés.
El circo de la Fórmula 1, como todos los circos, está obligado a dar siempre el máximo y más deslumbrante espectáculo.
Tigre Tigre