Obviamente, y comparando con el momento por el que atraviesa la Fórmula 1, este domingo se decidirá quién es campeón del mundo, que Fernando Alonso vaya a ser padre es algo deportivamente irrelevante. Deportivamente. Porque la Fórmula 1 es un circo, como todos sabemos. Y que una elefanta se quede embarazada es una gran noticia. Aunque supongo que a Melisa Jiménez no le gustaría que le llamasen elefanta. Será ella, si nada se tuerce, la madre del primer hijo del piloto asturiano.
La noticia ya está en las redes y en los periódicos italianos, y de alguna manera sirve para soltar vapor a la olla a presión que va a ser la última carrera del Mundial 2025.
Mil millones de personas estarán pendientes de los televisores y demás medios para averiguar quién se queda con la corona: Piastri, Verstappen o Norris.
La noticia del nacimiento de un bebé nos da la posibilidad durante un momento de mirar hacia otro lado y relajarse un poco.
Pero lo que importa es lo que importa. Tres candidatos y la última carrera. Sólo puede ganar uno.
Nosotros tenemos un favorito, como supongo tendrá cualquier lector, pero no vamos a escribir aquí su nombre porque -al igual que Fernando Alonso- tenemos nuestro puntito supersticioso y no queremos gafarlo.
Felicidades, Fernando. Y felicitaciones, adelantadas, a quien se corone en Abu Dhabi campeón del mundo.
Tigre Tigre