Las pioneras subvenciones públicas para la creación de cómic en España han desatado una controversia que se prolonga desde abril. El Ministerio de Cultura, dirigido por Ernest Urtasun, diseñó un sistema de puntuación que otorga hasta 15 puntos adicionales de los 100 totales por la participación de mujeres en los proyectos, una medida que ha dividido al sector entre quienes la ven como necesaria para corregir desigualdades históricas y quienes denuncian una discriminación hacia los hombres.
La polémica estalló antes incluso de la publicación oficial de la convocatoria, cuando se filtró un borrador a finales de marzo que llegó “a manos de un editor”, según explica la web especializada ‘Escribiendo cómics’. El revuelo alcanzó su punto álgido el 2 de abril, cuando The Objective publicó un artículo titulado “Urtasun indigna a los creadores de cómics al privilegiar a las mujeres”.
Un sistema que penaliza a los hombres
El baremo oficial, publicado el 13 de mayo en el BOE, establece una puntuación máxima de 100 puntos distribuida en cuatro apartados: calidad artística y técnica (60 puntos), innovación y valor cultural (15 puntos), brecha de género (15 puntos) y compromiso editorial (10 puntos).
En el apartado específico de género, las mujeres que trabajen como dibujantes obtienen 8 puntos, como guionistas 5 puntos, y 2 puntos por otras funciones como colorista o entintadora. Si una mujer desempeña varias funciones, los puntos se suman.
Esta estructura genera que los proyectos exclusivamente masculinos aspiren a un máximo de 85 puntos de los 100 posibles, lo que varios creadores han denunciado como una “desventaja” sistemática.
Las voces críticas del sector
Álber Vázquez, autor de seis cómics, se convirtió en una de las voces más críticas con la medida: “Me tengo que resignar a ser un hombre blanco cargado de privilegios, por mucho que no se me ocurra una sola razón para que una mujer española no pueda, si lo desea, dedicarse al mundo del cómic en las mismas condiciones en las que lo hago yo”.
El historietista Kiko da Silva también expresó públicamente su malestar, llegando a afirmar que “es ilógico que para optar a subvenciones tengamos que esconder nuestro trabajo creativo”, tras ver rechazado su proyecto alegadamente por usar inteligencia artificial, algo que niega.
La justificación oficial: datos del Libro Blanco
El Ministerio defiende la medida basándose en el Libro Blanco del Cómic en España, que revela que solo el 20% de los creadores de cómic son mujeres. Esta “gran desigualdad de género en el ámbito de creación” justificaría, según el departamento de Urtasun, la aplicación de medidas correctoras.
Además, la convocatoria reserva el 30% de las ayudas (12 de las 40 totales) para proyectos con al menos un 40% de participación femenina, una cuota adicional que complementa el sistema de puntuación.
La medida se enmarca en el Plan de Igualdad en la Cultura 2024-2026, que establece la incorporación de “criterios que valoren positivamente” los proyectos desde la perspectiva de género en todas las subvenciones del Ministerio.