Carmen Calvo en el 25N: igualdad y solidez institucional en una semana clave

La entrevista a Carmen Calvo en La Noche en 24h coincidió con una semana marcada por el fallo del Supremo contra el anterior fiscal general y la propuesta de Teresa Peramato. Un cruce de debates sobre igualdad e instituciones

26 de Noviembre de 2025
Actualizado a la 13:20h
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Carmen Calvo en el 25N, igualdad y solidez institucional en una semana clave

En su conversación con Xavier Fortes, Carmen Calvo señaló que el feminismo se ha convertido en uno de los principales objetivos de la ultraderecha. Lo hizo en un momento en el que el fallo del Supremo y el nombramiento de Teresa Peramato para dirigir la Fiscalía introducen un debate más amplio sobre la solidez institucional y la protección de derechos.

La igualdad, la respuesta joven y la fragilidad institucional

La entrevista se produjo en plena semana del 25N y dejó un mensaje de fondo que Calvo expresó con claridad: “el feminismo es hoy el enemigo que la extrema derecha necesita para mantener su relato”. Pero la reflexión no se limitó a la esfera social. La exvicepresidenta advirtió que el ataque al feminismo discurre en paralelo a una erosión de la confianza en instituciones que forman parte de la estructura democrática.

Esa lectura coincidió con la resolución del Supremo que afectó al anterior fiscal general y con la propuesta del Gobierno para nombrar a Teresa Peramato, una figura conocida por su solvencia jurídica y su trabajo en la protección de víctimas. Su perfil sitúa la expectativa de una etapa más estable para el Ministerio Fiscal, un espacio cuya continuidad técnica es esencial para la tutela de derechos, también los relacionados con la violencia contra las mujeres.

Calvo insistió en que la reacción social, especialmente entre mujeres jóvenes, está siendo más firme de lo que algunos discursos esperaban. “Lo que se pretende cuestionar no es solo el feminismo, sino la legitimidad de los derechos conquistados”, señaló. En ese plano, la presión sobre la población joven adquiere una relevancia específica: la ultraderecha ha dirigido hacia ellos mensajes simplificados que niegan la violencia de género o la reducen a una construcción ideológica.

La respuesta, sin embargo, ha encontrado límites. Buena parte de las jóvenes identifica sin ambages las nuevas formas de violencia y las dinámicas de control digital. Esa percepción temprana funciona como contrapeso frente a quienes buscan relativizar el problema. Pero esa conciencia generacional solo es plenamente eficaz si las instituciones mantienen la fortaleza necesaria para actuar sin interferencias.

El nombramiento de Peramato se inserta en esa lógica: reforzar un Ministerio Fiscal con capacidad para ejercer sus funciones con garantías, con una dirección técnica reconocida y ajena a la inestabilidad política. La coincidencia temporal entre el debate público sobre igualdad y la discusión sobre la posición institucional de la Fiscalía no es anecdótica.

Ambos ámbitos se condicionan mutuamente. Una sociedad que exige protección ante la violencia necesita instituciones sólidas y previsibles, y la protección jurídica —desde la investigación hasta la acción penal— depende de que esos órganos funcionen sin distorsiones.

En suma, el 25N llegó este año acompañado de un debate institucional que no puede separarse del análisis político de la igualdad. La entrevista de Carmen Calvo y la propuesta de Teresa Peramato dibujan un escenario donde la defensa de los derechos y la estabilidad institucional avanzan por la misma línea de fondo. Pertenecen al mismo terreno donde se mide, con hechos y no con gestos, la calidad de la democracia.

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