El tren del 11-M “desguazado” reaparece en circulación según denuncia el experto Sanchez de Roda

El experto en infraestructuras acusa a Renfe y a los jueces de ocultar la conservación secreta durante ocho años del tren 190M, implicado en los atentados de Santa Eugenia, pese a afirmar públicamente que fue desguazado. La unidad, presuntamente eliminada

28 de Octubre de 2025
Actualizado a las 12:37h
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Tren 11m

Carlos Sánchez de Roda, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos con 32 años de experiencia en el sector ferroviario, ha denunciado públicamente una de las irregularidades más controvertidas en la investigación de los atentados del 11 de marzo de 2004. Sus afirmaciones cuestionan la versión oficial sobre el destino de los trenes afectados por la masacre terrorista que dejó 193 fallecidos.

Según Sánchez de Roda, Renfe y las autoridades judiciales afirmaron durante años que todos los trenes del 11-M fueron desguazados entre los días 13 y 14 de marzo de 2004, apenas 48 horas después de los atentados. Sin embargo, sus investigaciones revelaron una realidad completamente distinta: el tren 190M de Santa Eugenia, lejos de ser destruido, fue reparado y conservado en secreto durante casi una década.
El 11 de septiembre de 2004, seis meses después de los atentados, el coche 9-446-190-1 del tren de Santa Eugenia fue discretamente trasladado desde Vicálvaro al taller de la empresa Tafesa en Villaverde Bajo para su reparación, con un coste que superó los 675.000 euros, más que el valor real del vagón. Durante todo el proceso judicial, todas las partes implicadas dieron por hecho que este tren había sido desguazado como los demás.
Lo más grave, según el ingeniero, es que el material del foco de explosión de este tren, considerado “determinante para establecer la cantidad y tipo de explosivo utilizado” según los propios peritos policiales, fue almacenado en un cobertizo de Villaverde durante aproximadamente nueve años sin que constara en el sumario judicial. Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil visitaron el taller en dos ocasiones durante la reparación del tren, pero nunca informaron oficialmente al juez instructor ni a las partes del proceso, según el investigador.
El hallazgo de este material abandonado se produjo en 2012, cuando la Fiscalía General del Estado ordenó abrir diligencias de investigación tras la noticia publicada por Libertad Digital. Sin embargo, en octubre de 2013, los últimos restos del tren fueron finalmente expoliados por supuestos ladrones en camiones, mientras agentes de la Policía Municipal de Madrid identificaban a los responsables sin impedir el pillaje.
Para Sánchez de Roda, este caso particular del tren de Santa Eugenia simboliza “la combinación de negligencia y falsedad que rodean todo este asunto”. El ingeniero ha documentado que no existe en el sumario del 11-M ninguna orden judicial explícita que autorizara el desguace de los trenes, y que las fechas proporcionadas telefónicamente por Renfe (13 y 14 de marzo) son incompatibles con la documentación económica de las contratas de desguace.
El tren en cuestión era especialmente relevante para la investigación, ya que la colocación del artefacto que explotó en Santa Eugenia fue la única que la sentencia atribuyó a una persona concreta: Jamal Zougam, condenado por ello a 42.917 años de prisión. A pesar de esta importancia crucial, no consta que durante los seis meses en que el tren permaneció en Vicálvaro se realizara investigación o reconstrucción alguna del escenario del crimen.
Sánchez de Roda ha plasmado sus hallazgos en varios libros publicados por Ediciones La Tribuna, entre ellos “Los trenes del 11-M”, “Los misterios del 11-M” y “11-M: La investigación prohibida”, obras en las que documenta con rigor técnico las contradicciones, omisiones y falsedades que, según su criterio, caracterizan la investigación oficial de los atentados más graves de la historia de España.

 
 

 

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