Francesca Albanese, relatora especial de Naciones Unidas para los territorios palestinos, ha lanzado una advertencia contundente en una entrevista exclusiva con Euronews: lo que se presenta como un alto el fuego en Gaza no es más que un espejismo, y la violencia contra la población palestina continúa bajo el disfraz de una tregua.
Un alto el fuego que no detiene las muertes
“En primer lugar, debemos dejar claro que no existe un alto el fuego real; desde el inicio de este supuesto alto el fuego, más de 230 palestinos han muerto”, afirmó Albanese con rotundidad. Esta cifra coincide con datos del Ministerio de Sanidad de Gaza, que reporta 241 palestinos fallecidos y 606 heridos desde que comenzó la tregua el 10 de octubre. Otras fuentes elevan la cifra a 242 muertos y 622 heridos.
En total, desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, más de 69.000 palestinos han perdido la vida en Gaza, con algunos informes que elevan la cifra a 68.500. La relatora especial, jurista italiana especializada en derechos humanos que ocupa el cargo desde mayo de 2022, ha sido una de las voces más críticas desde el inicio del conflicto.
Ayuda humanitaria insuficiente y bloqueada
Si bien se ha reanudado la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, Albanese subrayó que la cantidad “no es en absoluto suficiente”. Según sus declaraciones, actualmente ingresan unos 170 camiones diarios con suministros humanitarios, una cifra dramáticamente inferior a los 500 camiones que entraban antes del 7 de octubre de 2023.
Otras fuentes revelan una situación aún más crítica. La directora ejecutiva del comité español de UNRWA, Raquel Martí, denunció que de los 600 camiones diarios pactados en el alto el fuego, solo están entrando aproximadamente 150. La Autoridad Nacional Palestina confirmó que entre principios de octubre y la primera semana de noviembre ingresaron 9.424 camiones en Gaza, lo que representa un promedio de 348 transportes diarios, apenas el 41% de lo acordado.
Albanese destacó que muchos productos de primera necesidad siguen en la lista de artículos prohibidos, y los residentes de Gaza viven en condiciones donde “prácticamente no tienen con qué sobrevivir”. Esta situación ha llevado a que la Organización Mundial de la Salud confirmara en agosto la existencia de hambruna en Gaza.
Condena firme a las ejecuciones extrajudiciales de Hamás
Respecto a las ejecuciones públicas llevadas a cabo por Hamás contra supuestos colaboradores de Israel, Albanese no ha eludido la condena: “Los informes indican que las ejecuciones están relacionadas principalmente con personas que han colaborado con Israel. Sin embargo, condeno enérgicamente estas acciones. El Derecho internacional es para todos o para nadie. Las ejecuciones extrajudiciales no son admisibles bajo ninguna circunstancia”.
Videos difundidos en redes sociales mostraron la ejecución de al menos ocho personas en la Ciudad de Gaza el 14 de octubre, pocos días después del inicio del alto el fuego. Las imágenes muestran a hombres arrodillados, golpeados y con los ojos vendados antes de ser asesinados a tiros por combatientes enmascarados de Hamás, algunos portando las distintivas cintas verdes del grupo.
La organización palestina de derechos humanos Al-Mezan calificó estos hechos como una “ejecución extrajudicial masiva” y solicitó una investigación para llevar a los responsables ante la justicia. El Centro Alezán reportó que los enfrentamientos se desataron tras días de combates entre Hamás y miembros del clan Doghmush, un influyente y numeroso grupo familiar de Gaza, en los barrios de Sabra y Tel al-Hawa.
El colapso del orden público en Gaza
Albanese señaló que la ruptura del orden y la ley en Gaza es el resultado directo de “la extensa destrucción que Israel ha causado”, pero subrayó que “incluso en esas circunstancias, deben respetarse los principios humanos básicos”.
Desde el inicio del alto el fuego, Hamás ha lanzado una campaña para reafirmar su control sobre el territorio, desplegando a unos 7.000 de sus miembros para “limpiar Gaza de forajidos y colaboradores”. Los enfrentamientos entre las fuerzas de Hamás y varios clanes (principalmente los Doghmush, Abu Shabab, Helles, al-Mansi, al-Mujaida y al-Astal) han provocado docenas de muertes.
El Ministerio del Interior de Gaza, controlado por Hamás, informó que ocho miembros de Hamás y 34 combatientes de diferentes milicias han muerto en estos enfrentamientos. Las autoridades han dado un ultimátum a estos grupos para que entreguen sus armas a cambio de una amnistía.
Aunque Hamás acusa a estos clanes de colaborar con Israel y de saquear ayuda humanitaria, los líderes de las familias niegan estas acusaciones y aseguran que han perdido cientos de miembros en bombardeos israelíes durante el conflicto. La familia Doghmush afirmó haber perdido alrededor de 600 miembros durante la guerra y denunció una “angustiante campaña interna” con muertes, intimidaciones y torturas.
Sin pruebas del robo de ayuda por parte de Hamás
Sobre las reiteradas acusaciones israelíes de que Hamás roba la ayuda humanitaria, Albanese fue tajante: “Esta afirmación de Israel se ha repetido muchas veces, pero según la información que tengo, incluidas fuentes de la ONU, no hay pruebas que sugieran que Hamás haya robado ayuda”.
La relatora agregó: “Si tan solo un día se demuestra que un grupo desvía la ayuda, eso solo indica una mayor necesidad de una presencia de la ONU en Gaza”.
Esta posición coincide con investigaciones independientes. En julio de 2025, el New York Times y otros medios informaron que no existían pruebas de que Hamás robara regularmente ayuda humanitaria. El propio gobierno israelí admitió en julio que no disponía de pruebas concretas de estos robos.
Cuando se le preguntó si ella o la ONU mantenían contacto con Hamás, Albanese respondió: “No he tenido ningún contacto directo o indirecto con Hamás y no puedo hablar en nombre de la ONU, pero imagino que todavía hay contactos a nivel práctico”. Diversos funcionarios de la ONU han confirmado que la organización mantiene contacto con las partes y mediadores para apoyar la implementación del acuerdo de alto el fuego.
Una destrucción sin precedentes
El contexto en el que se desarrolla este falso alto el fuego es el de una devastación sin parangón en la historia reciente. Análisis satelitales realizados por la Universidad de Oregón y el Centro de Satélites de la ONU (UNOSAT) revelan que entre el 60% y el 78% de todos los edificios en Gaza han sido dañados o destruidos. Esto equivale a más de 163.000 estructuras completamente destruidas.
La infraestructura civil ha sido sistemáticamente arrasada: 38 hospitales, 96 centros de salud, 197 ambulancias, 835 mezquitas y el 90% de los edificios de la Franja han sido destruidos. La ONU estima que 228.000 viviendas han sufrido daños, el 76% de ellas totalmente destruidas, lo que ha provocado el desplazamiento interno de 1,9 millones de personas (nueve de cada diez habitantes).
El agua disponible en Gaza se redujo un 95% desde octubre de 2023, y la población vive con tres litros al día por persona, muy por debajo del umbral de emergencia de quince litros. La economía de Gaza ha sufrido una contracción del 86% en el primer trimestre de 2024, con el 99% de la población ahora en condiciones de pobreza, comparado con el 60% antes de la guerra.
Un futuro incierto
Funcionarios europeos han expresado su preocupación ante Reuters por el hecho de que la siguiente fase del acuerdo de alto el fuego se ha estancado y la reconstrucción del enclave palestino se vislumbra cada vez más improbable. Según el plan, el Ejército israelí controla actualmente el 53% del territorio de Gaza, incluida la ciudad sureña de Rafah y partes de la Ciudad de Gaza.
Casi dos millones de residentes de Gaza están hacinados en tiendas de campaña en las zonas controladas por Hamás. Seis funcionarios europeos advirtieron a Reuters que la situación podría conducir a una partición de facto de Gaza entre una zona controlada por Israel y otra gobernada por Hamás, lo que podría significar años de separación.
En este contexto de destrucción masiva, violaciones continuas del alto el fuego y desintegración del orden público, las palabras de Francesca Albanese adquieren especial relevancia: “El Derecho internacional es para todos o para nadie”. Su advertencia subraya que sin un cumplimiento genuino de los acuerdos y el respeto a los principios humanitarios básicos, la paz en Gaza seguirá siendo tan irreal como el propio alto el fuego.