El rey Carlos III del Reino Unido ha iniciado un proceso formal para retirar todos los títulos, honores y distinciones reales a su hermano, el príncipe Andrés, quien además deberá abandonar su residencia oficial en el Castillo de Windsor, según anunció ayer jueves el Palacio de Buckingham. Esta medida sin precedentes en la monarquía británica moderna culmina la caída en desgracia del hijo de la difunta reina Isabel II por sus vínculos con el depredador sexual convicto Jeffrey Epstein.
A partir de ahora, Andrés será conocido oficialmente como Andrew Mountbatten Windsor y dejará de usar el título de “príncipe” que ostentaba desde su nacimiento, así como el tratamiento de “Su Alteza Real”. El comunicado oficial del Palacio de Buckingham señala: “Su Majestad ha iniciado hoy un proceso formal para retirar el estilo, los títulos y los honores del príncipe Andrés”.
Desalojo de Royal Lodge
Además de la pérdida de sus títulos, Andrés ha recibido una notificación formal para abandonar Royal Lodge, la mansión de 30 habitaciones situada en los terrenos del Castillo de Windsor donde ha residido desde 2003. El palacio confirmó que “se le ha notificado formalmente la rescisión del contrato de arrendamiento y se mudará a una vivienda privada alternativa”.
Según fuentes citadas por medios británicos, Andrés se trasladará a una propiedad privada en la finca de Sandringham, en el condado de Norfolk, cuyo coste será financiado de manera privada por el propio rey Carlos III. Su exesposa, Sarah Ferguson, con quien compartía la residencia pese a estar divorciados desde 1996, también deberá abandonar la propiedad y buscar un alojamiento por su cuenta.
El escándalo Epstein y las memorias de Virginia Giuffre
La decisión del monarca británico se produce en un contexto de renovada presión pública tras la publicación de las memorias póstumas de Virginia Giuffre, tituladas “Nobody’s Girl”, el 21 de octubre de 2025. Giuffre, quien falleció en abril de este año, acusó al príncipe Andrés de haberla agredido sexualmente en tres ocasiones cuando ella tenía 17 años, alegaciones que el príncipe siempre ha negado categóricamente.
En su libro, Giuffre relata que fue víctima de tráfico sexual por parte de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, y afirma que mantuvo encuentros sexuales forzados con Andrés en Londres, Nueva York y la isla privada de Epstein. También denuncia que el “equipo” del príncipe intentó contratar “trolls” en redes sociales para acosarla cuando ella presentó una demanda civil contra él en Nueva York.
El príncipe Andrés llegó a un acuerdo extrajudicial millonario con Giuffre en febrero de 2022 para evitar un juicio civil en Estados Unidos, aunque el acuerdo no implicaba una admisión de culpabilidad. Sin embargo, la publicación del libro reavivó el escándalo y aumentó la presión sobre la Casa Real británica.
Además, correos electrónicos filtrados recientemente revelaron que Andrés mantuvo contacto con Epstein durante más tiempo del que había admitido públicamente, lo que intensificó las críticas.
Una medida sin precedentes
La decisión de despojar a un miembro de la familia real británica de su título de príncipe es extremadamente inusual. El último caso similar ocurrió en 1919, cuando el príncipe Ernest Augustus, duque de Cumberland, fue despojado de sus títulos británicos por apoyar a Alemania durante la Primera Guerra Mundial, bajo la Ley de Privación de Títulos de 1917.
El comunicado del Palacio de Buckingham enfatiza que “estas censuras se consideran necesarias, a pesar de que él continúa negando las acusaciones en su contra”. El texto añade: “Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y más profundas simpatías han estado, y permanecerán, con las víctimas y sobrevivientes de todas y cada una de las formas de abuso”.
Reacción de la familia de Virginia Giuffre
La familia de Virginia Giuffre celebró la decisión del rey Carlos III como una victoria. En un comunicado citado por medios británicos, declararon: “Una chica estadounidense común de una familia estadounidense común derribó a un príncipe británico con su verdad y extraordinario coraje”. La familia agregó: “Virginia Roberts Giuffre, nuestra hermana, una niña cuando fue agredida sexualmente por Andrew, nunca dejó de luchar por la rendición de cuentas de lo que le sucedió a ella y a innumerables otras sobrevivientes como ella. Hoy, ella declara una victoria”.
La caída del príncipe
Andrés, de 65 años, se retiró de sus funciones públicas oficiales en noviembre de 2019 tras una desastrosa entrevista en la BBC en la que intentó defenderse de las acusaciones relacionadas con Epstein. En enero de 2022, la reina Isabel II le retiró sus títulos militares y patrocinios reales. Hace apenas dos semanas, el propio Andrés renunció voluntariamente a su título de duque de York y otros honores, pero mantenía el título de príncipe por derecho de nacimiento.
Sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, conservarán sus títulos por ser nietas de la reina Isabel II, según las cartas patentes del rey Jorge V de 1917.
La decisión del rey Carlos III marca un punto de inflexión en la monarquía británica moderna y envía un mensaje claro sobre la determinación de la institución de preservar su reputación frente a los escándalos que la han sacudido en los últimos años.