El gobierno británico retiene datos que podrían vincular la vacuna de Covid con el exceso de muertes, según The Telegraph

La UKHSA argumenta que divulgar las cifras podría causar “angustia o ira” entre familiares de las víctimas y dañar la confianza en las vacunas

18 de Noviembre de 2025
Actualizado a la 13:03h
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El gobierno británico retiene datos que podrían vincular la vacuna de Covid con el exceso de muertes, según The Telegraph

El organismo de salud pública del Reino Unido, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, por sus siglas en inglés), ha rechazado la publicación de datos que podrían permitir analizar una posible conexión entre las fechas de vacunación contra la Covid-19 y las muertes en exceso registradas en el país, según informó The Telegraph el pasado 15 de noviembre. La decisión ha generado acusaciones de “encubrimiento” por parte de parlamentarios británicos y defensores de los derechos de los pacientes.
La controversia se centra en un conjunto de datos anonimizados que mapean las fechas de administración de las vacunas contra la Covid-19 con las fechas de fallecimiento de los receptores. La UKHSA argumentó que la publicación de esta información podría provocar “angustia o ira” entre los familiares de los fallecidos si se descubriera alguna conexión. El organismo también sostuvo que divulgar los datos “podría conducir a la desinformación” y tendría “un impacto adverso en la aceptación de las vacunas” por parte del público.

Batalla legal de dos años

El grupo de defensa de los derechos de los pacientes UsForThem solicitó formalmente estos datos en 2023 bajo las leyes de libertad de información del Reino Unido. Sin embargo, la UKHSA rechazó la petición presentando diversos argumentos, incluyendo el riesgo de identificación de individuos, a pesar de que la solicitud se refería específicamente a datos anonimizados.
Después de dos años de disputa legal, la Oficina del Comisionado de Información (ICO) falló a favor de la UKHSA, respaldando su negativa a publicar los datos. El tribunal respaldó la decisión basándose en dos argumentos principales: que la divulgación podría “poner en peligro la salud mental” de familiares de los fallecidos, y que producir el conjunto de datos requeriría demasiado tiempo y coste, estimando la UKHSA que llevaría 76 años revisar línea por línea la base de datos para asegurar que ningún individuo pudiera ser identificado mediante triangulación con informes de prensa o publicaciones en redes sociales.
Ben Kingsley, director legal de UsForThem, declaró a The Telegraph que la decisión de la UKHSA de retener los datos indica “una desesperación porque estos datos no vean, de ninguna forma, la luz del día”. Kingsley añadió: “Uno tiene que preguntarse por qué se considera que el público es incapaz de manejar estos datos. Revela una mentalidad paternalista, que también caracterizó la respuesta a la pandemia: ‘haz lo que decimos, no hagas preguntas, sabemos lo que es mejor para ti’”.
 

Acceso diferenciado a los datos

Un elemento particularmente controvertido del caso es que la UKHSA admitió haber compartido estos datos con empresas farmacéuticas desde el inicio de la campaña de vacunación, pero se niega a hacerlos públicos. El año pasado, un grupo parlamentario formado por miembros de distintos partidos políticos expresó su alarma por las “crecientes preocupaciones públicas y profesionales” sobre las tasas de exceso de muertes en el Reino Unido desde 2020.
En una carta dirigida a la UKHSA y al Departamento de Salud, los diputados argumentaron que estos datos críticos “habían sido entregados a compañías farmacéuticas, pero no puestos en el dominio público”, y que deberían publicarse “en la misma base anonimizada en que fueron compartidos con los grupos farmacéuticos, y no parece haber ninguna razón creíble por la que eso no deba hacerse inmediatamente”.

El contexto de las muertes en exceso

El Reino Unido ha experimentado niveles elevados de muertes en exceso desde el inicio de la pandemia. Según datos de Our World in Data, las muertes en exceso aumentaron un 8% en el periodo 2020-2024 en comparación con 2015-2019. En 2022 se registraron más de 650.000 muertes en el Reino Unido, un 9% más que en 2019, representando uno de los niveles más altos de exceso de muertes fuera de la pandemia en 50 años.
Estadísticas publicadas en 2023 por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) y la Oficina de Mejora y Disparidades de Salud mostraron un marcado aumento en las muertes en exceso a lo largo de 2022 y principios de 2023, aunque no atribuyeron este incremento a la vacunación contra la Covid-19.

Evidencia científica sobre las vacunas

Numerosos estudios científicos revisados por pares han demostrado que las vacunas contra la Covid-19 no están vinculadas a un aumento de las muertes en exceso. Los datos de la ONS, ajustados por edad, muestran que las tasas de mortalidad por todas las causas en Inglaterra fueron consistentemente más altas entre personas no vacunadas en comparación con aquellas que habían recibido al menos una dosis de la vacuna durante cada mes del conjunto de datos de abril de 2021 a mayo de 2023. Aunque el problema, según señalan algunos expertos, está en lo que se considera como "no vacunado", ya que en muchos protocolos se incluye a personas que estaban recién inoculadas, pero no se les contabiliza como tales hasta que hayan transcurrido más de catorce días desde la recepción de la dosis. 
Un portavoz de la ONS declaró: “No hay evidencia de que las vacunas de Covid-19 estén vinculadas a estas muertes en exceso estimadas”. Expertos atribuyen las tasas de mortalidad elevadas a las consecuencias a largo plazo de sobrevivir a la Covid-19, retrasos en el NHS y falta de atención sanitaria preventiva.
Stuart McDonald, vicepresidente de la Investigación de Mortalidad Continua (CMI), que escribió un comentario en The Lancet Regional Health Europe sobre las muertes en exceso en el Reino Unido, destacó que las tasas más altas de exceso de muertes en Inglaterra se encontraron entre adultos jóvenes (20-44 años) y de mediana edad (45-64 años). “Eso te dice que son los grupos que experimentan el nivel más alto de muertes en exceso”, explicó McDonald en una entrevista con Reuters. “Críticamente, son los grupos que tienen menor probabilidad de haber sido vacunados. Los grupos mayores, donde la aceptación fue más alta y donde los refuerzos se han administrado con más frecuencia, están experimentando menos muertes en exceso en términos relativos”.
 

Enfermedades cardiovasculares como factor principal

Un análisis publicado en The Lancet en 2023 identificó las enfermedades cardiovasculares como uno de los principales factores impulsores de un nivel continuo elevado de muertes en exceso observado desde la pandemia, particularmente en adultos de mediana edad. Entre junio de 2022 y junio de 2023, las muertes en exceso para personas de 50 a 64 años fueron un 15% más altas de lo normal.
La Fundación Británica del Corazón (BHF) publicó un análisis que mostraba que casi 100.000 personas más habían fallecido en Inglaterra con una enfermedad cardiovascular de lo que se esperaría en los tres años desde que comenzó la pandemia. Un informe de 2021 de la BHF indicó que medio millón de personas que necesitaban medicación para la presión arterial no la recibieron, señalando el papel de la pandemia en retrasar los diagnósticos de enfermedades cardíacas y hacer que las personas pospusieran la atención.
Los retrasos del NHS fueron identificados como otro factor que contribuye al exceso de mortalidad. Según datos del NHS, el número de personas que esperaron más de 12 horas para ser admitidas en Urgencias en Inglaterra aumentó de 3.260 en 2018 a 136.564 en 2021/22.

Por su parte, el reconocido cardiólogo británico Aseem Malhotra se ha convertido en una de las voces más prominentes y controvertidas sobre los supuestos daños cardiacos asociados a las vacunas de ARNm contra la Covid-19. Malhotra publicó en septiembre de 2022 una revisión en dos partes titulada “Curando la pandemia de desinformación sobre las vacunas de ARNm de Covid-19 a través de medicina real basada en evidencia” en el Journal of Insulin Resistance. En sus artículos, Malhotra afirmó que la miocarditis (inflamación del músculo cardiaco) era “uno de los daños más comunes inducidos por las vacunas de ARNm de Covid-19” y que los casos de miocarditis “se dispararon desde la primavera de 2021 cuando las vacunas se administraron a las cohortes más jóvenes”. El cardiólogo también ha señalado estudios que apuntan a un aumento del 25% en el riesgo de eventos coronarios dentro de las dos a diez semanas posteriores a recibir una vacuna de ARNm.
 

Compromisos políticos para esclarecer los datos

El partido Reform UK, liderado por Nigel Farage, que ocupa cinco de los 650 escaños en la Cámara de los Comunes, pero lidera en las encuestas nacionales, se ha comprometido a una investigación pública sobre las muertes en exceso y los presuntos daños de las vacunas contra la Covid. Richard Tice, líder de Reform UK en ese momento, dijo en febrero de 2024 que había un “problema serio” con miles de personas que murieron más de lo esperado y sugirió que los efectos secundarios de las inyecciones de coronavirus podrían ser responsables.
Sin embargo, la postura del partido ha sido criticada. Una encuesta de YouGov encontró que el 50% de los votantes de Reform UK tienen poca o ninguna confianza en las vacunas contra la Covid-19, en comparación con el público en general que abrumadoramente confía en las inyecciones. 

 

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