El Congreso de Estados Unidos ha solicitado formalmente al hermano del rey Carlos III, Andrew Mountbatten Windsor (anteriormente conocido como príncipe Andrés), que comparezca para ser interrogado sobre su relación con el pederasta Jeffrey Epstein. La citación, emitida el pasado jueves 6 de noviembre por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, representa un nuevo capítulo en el prolongado escándalo que ha perseguido al exmiembro de la familia real británica durante más de una década.
La petición ha sido dirigida por el congresista demócrata Robert García, representante de California y líder de su partido en el influyente Comité de Supervisión. En una carta enviada a Royal Lodge, la residencia que Mountbatten Windsor ha sido formalmente notificado que debe abandonar, los legisladores solicitan que el exduque de York se someta a “una entrevista transcrita” ante el comité como parte de su investigación sobre las operaciones criminales de Epstein.
La base jurídica de la solicitud
“El Comité busca descubrir las identidades de los cómplices y facilitadores del señor Epstein, y comprender el alcance total de sus operaciones delictivas”, señala la carta firmada por 16 congresistas demócratas. El documento añade: “Las acusaciones bien documentadas contra usted, junto con su larga amistad con el señor Epstein, indican que usted podría poseer información valiosa sobre los crímenes cometidos por el señor Epstein y sus cómplices”.
La misiva hace referencia específica a que la amistad entre Mountbatten Windsor y Epstein comenzó en 1999 y se mantuvo cercana incluso después de la condena del magnate en 2008 por proxenetismo que involucraba a menores. Además, el Comité ha identificado registros financieros que contienen anotaciones como “masaje para Andrew”, lo que genera interrogantes sobre la naturaleza de la relación y las transacciones financieras relacionadas.
Los legisladores han fijado el 20 de noviembre de 2025 como fecha límite para que Mountbatten Windsor responda a la solicitud.
Limitaciones legales de la citación
A pesar de la contundencia de la petición, es importante subrayar que el Congreso estadounidense carece de autoridad legal para obligar a ciudadanos extranjeros a declarar. A diferencia de lo que ocurriría con un ciudadano estadounidense, Mountbatten Windsor puede optar por ignorar la citación sin enfrentar consecuencias legales, ya que los poderes de citación del Congreso no se extienden más allá de las fronteras nacionales.
“No se trata de una citación judicial que obligaría a Andrés a declarar, sino de una petición realizada en nombre de los miembros de la comisión”, aclara la información oficial. El experto legal Neama Rahmani explicó que, aunque el Comité podría emitir una citación con apoyo bipartidista, esta no sería ejecutable y el Reino Unido no procedería a su extradición. “Nunca comparecerá en Estados Unidos; eso sería extremadamente imprudente y temerario”, declaró Rahmani.
Esta limitación cobra especial relevancia ante el hecho de que la carta ha sido firmada únicamente por los miembros demócratas del Comité, sin el apoyo del presidente republicano James Comer, lo que reduce aún más las posibilidades de que la citación prospere en términos de aplicación práctica.
El contexto del caso Epstein
Jeffrey Epstein, multimillonario financista estadounidense, fue arrestado por última vez en julio de 2019 bajo acusaciones federales de tráfico sexual de menores y conspiración. La investigación reveló que entre 2002 y 2005, Epstein “atrajo y reclutó a decenas de jóvenes menores de edad para que mantuviesen relaciones sexuales con él” a cambio de dinero, y que pagó a ciertas personas para que le llevasen más menores de las que abusar.
El caso de Epstein comenzó a investigarse en 2005, cuando la policía de Palm Beach (Florida) recibió una denuncia de los padres de una niña de 14 años que había sido abusada sexualmente en su mansión. Aunque llegó a un controvertido acuerdo con la fiscalía en 2008 que le permitió cumplir únicamente 13 meses de prisión preventiva, el caso se reabrió tras una investigación del Miami Herald en 2018 que reveló irregularidades en el proceso.
Epstein falleció en agosto de 2019 en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, en circunstancias que el forense determinó como suicidio. Su muerte no puso fin a la investigación, que continúa examinando la red de cómplices y colaboradores que facilitaron sus actividades delictivas.
Las acusaciones contra Mountbatten Windsor
Virginia Giuffre, una de las principales víctimas de Epstein, acusó públicamente a Mountbatten Windsor de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 17 años. En sus memorias póstumas, tituladas Nobody’s Girl (La chica de nadie) y publicadas en octubre de 2025, casi seis meses después de su suicidio en abril del mismo año, Giuffre relata tres encuentros sexuales con el entonces príncipe Andrés en Londres, Nueva York y la isla privada de Epstein.
Según el libro, el primer encuentro tuvo lugar el 10 de marzo de 2001, cuando Giuffre tenía 17 años y Mountbatten Windsor 41. Giuffre afirma que el príncipe adivinó su edad al conocerla, comentando: “Mis hijas son un poco más jóvenes que tú”. En sus memorias, ella describe que “creía que tener sexo conmigo era su derecho de nacimiento” y que Epstein le pagó 15.000 dólares por el encuentro.
Mountbatten Windsor ha negado sistemáticamente todas las acusaciones. En una controvertida entrevista con la BBC en 2019, afirmó no recordar haber conocido a Giuffre y sugirió que una fotografía que los mostraba juntos podría haber sido manipulada. En febrero de 2022, alcanzó un acuerdo extrajudicial con Giuffre por una cantidad estimada entre 12 y 14 millones de euros, sin admitir responsabilidad alguna.
Como parte del acuerdo, Mountbatten Windsor reconoció que “es sabido que Jeffrey Epstein traficó con innumerables niñas a lo largo de muchos años” y que “lamenta su vínculo con Epstein”, comprometiéndose a apoyar la lucha contra el tráfico sexual.
La caída en desgracia del príncipe Andrés
El 30 de octubre de 2025, el rey Carlos III anunció oficialmente el inicio del proceso formal para despojar a su hermano de todos sus títulos y honores nobiliarios. La decisión se formalizó el 3 de noviembre mediante Cartas Patentes bajo el Gran Sello del Reino, publicadas en The Gazette, el registro oficial británico.
“Su Majestad el Rey se ha complacido, mediante Cartas Patentes bajo el Gran Sello del Reino fechadas el 3 de noviembre de 2025, en declarar que Andrew Mountbatten Windsor dejará de tener derecho a ostentar y disfrutar del tratamiento, título o atributo de ‘Alteza Real’ y de la dignidad titular de ‘Príncipe’”, reza el comunicado oficial.
Además de la pérdida de títulos, Mountbatten Windsor ha recibido la orden de abandonar Royal Lodge, la mansión de 30 habitaciones en Windsor Great Park donde ha residido desde 2004 sin pagar alquiler significativo. Se espera que se traslade a una propiedad privada en Sandringham, financiada por el rey Carlos III, en un plazo que podría extenderse hasta principios del año nuevo.
El Palacio de Buckingham concluyó su comunicado afirmando: “Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y su más sentido pésame han estado, y seguirán estando, con las víctimas y supervivientes de cualquier forma de abuso”.
Reacciones políticas y llamamientos a la transparencia
La solicitud del Congreso estadounidense ha generado diversas reacciones en ambos lados del Atlántico. El congresista Robert García declaró que “los hombres ricos y poderosos han evadido la justicia durante demasiado tiempo. Ahora, el expríncipe Andrés tiene la oportunidad de confesar y brindar justicia a las víctimas”.
Varios legisladores demócratas, incluyendo los representantes Raja Krishnamoorthi, Suhas Subramanyam y Stephen Lynch, han reiterado públicamente la importancia de que Mountbatten Windsor comparezca voluntariamente. Subramanyam incluso planteó la posibilidad de una declaración remota con acompañamiento legal si fuera necesario.
Desde el Reino Unido, el ministro de Comercio Chris Bryant señaló a la BBC que Mountbatten Windsor debería responder ante la justicia estadounidense. “Si hubiera solicitudes de este tipo procedentes de otra jurisdicción, esperaría que cualquier persona con una mentalidad decente acatara esa petición”, declaró.
Spencer Kuvin, abogado que representa a algunas víctimas de Epstein, también instó a que Mountbatten Windsor testifique: “Necesitamos escuchar su historia y oír lo que dice sobre lo que ocurrió, pero también podría testificar sobre otros posibles coconspiradores que vio que podrían haber estado presentes en las mansiones aquí en EE. UU.”.
La investigación bipartidista del Comité de Supervisión
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes abrió una investigación bipartidista sobre el caso Epstein durante el verano de 2025. Desde entonces, ha publicado miles de páginas de documentos relacionados con la investigación federal sobre Epstein y su cómplice Ghislaine Maxwell, condenada en 2022 a 20 años de prisión por ayudar a atraer y abusar de menores.
En septiembre de 2025, el Comité publicó más de 33.000 páginas relacionadas con la investigación, aunque legisladores demócratas señalaron que el 97% de los archivos ya habían sido divulgados previamente y que representan solo una pequeña fracción del total de documentos.
El nombre de Mountbatten Windsor aparece varias veces en los documentos publicados, incluidos registros financieros y comunicaciones que demuestran la continuidad de su relación con Epstein incluso después de la condena de 2008. Correos electrónicos recientemente revelados de 2011 muestran que Mountbatten Windsor contactó a Epstein sugiriéndole “mantener un contacto cercano” y afirmando que estaban “en esto juntos”, contradiciendo su afirmación pública de haber cortado lazos en 2010.
A pesar de la naturaleza bipartidista de la investigación, la petición formal a Mountbatten Windsor solo ha sido firmada por miembros demócratas, lo que refleja tensiones políticas en torno al caso. El control republicano de la Cámara de Representantes ha generado preocupaciones sobre posibles bloqueos a una investigación más profunda, especialmente considerando las propias conexiones pasadas del presidente Donald Trump con Epstein.
Un escándalo sin resolución
Mientras el escándalo continúa desarrollándose, Mountbatten Windsor permanece en silencio. Ni él ni sus representantes han respondido públicamente a la solicitud del Congreso estadounidense. Dada la falta de obligatoriedad legal de la citación para ciudadanos extranjeros y la ausencia de apoyo bipartidista en el Comité, es altamente improbable que comparezca voluntariamente.
Sin embargo, la presión pública y política sigue aumentando. La publicación de las memorias de Virginia Giuffre, la pérdida de sus títulos reales y ahora la citación del Congreso estadounidense han convertido a Mountbatten Windsor en un símbolo de la impunidad de los poderosos frente a acusaciones de abusos sexuales.
Para las víctimas de Epstein y sus familias, la lucha por la justicia continúa. Como señaló el congresista García, el objetivo de la investigación es “lograr responsabilidad y transparencia para los supervivientes de Epstein y su red de cómplices”, una meta que, más de seis años después de la muerte del magnate, sigue sin alcanzarse plenamente.