La BBC, contra las cuerdas: dimiten sus máximos directivos por manipular un discurso de Trump

Un escándalo histórico sacude a la cadena pública británica tras manipular las palabras del presidente estadounidense en un documental y recibir acusaciones de sesgo antiisraelí en su cobertura de Gaza

10 de Noviembre de 2025
Guardar
Escandalo BBC manipulación Trump

Tim Davie, director general de la BBC, y Deborah Turness, directora ejecutiva de Noticias de la misma cadena, presentaron ayer domingo su dimisión tras confirmarse que la emisora británica manipuló un discurso de Donald Trump para que pareciese que el presidente incitaba explícitamente al asalto del Capitolio de enero de 2021. La crisis ha puesto en jaque la credibilidad de una de las instituciones periodísticas más antiguas y respetadas del mundo.
El escándalo estalló cuando el periódico conservador The Telegraph publicó el pasado 3 de noviembre el contenido de un memorándum interno de 19 páginas redactado por Michael Prescott, exasesor externo independiente del comité de normas editoriales de la BBC, quien abandonó su cargo en junio con “profundas y no resueltas preocupaciones” sobre la cadena.

La manipulación: cortar y pegar el discurso de Trump

El documental cuestionado, titulado Trump: ¿Una segunda oportunidad?, se emitió en el programa Panorama en octubre de 2024, apenas una semana antes de las elecciones presidenciales estadounidenses. Fue producido para la BBC por la compañía independiente October Films Ltd.
Según el informe de Prescott, los editores del programa unieron dos fragmentos del discurso que Trump pronunció el 6 de enero de 2021 ante miles de seguidores en el Monumento a Washington, separados por más de 50 minutos, para crear una frase que el presidente nunca dijo de esa manera.

Lo que la BBC hizo decir a Trump en su versión editada: “Vamos a caminar hasta el Capitolio y estaré allí con vosotros. Y lucharemos. Lucharemos como demonios”.
Lo que Trump realmente dijo en su discurso original: En un momento de su intervención, Trump afirmó: “Vamos a marchar hasta el Capitolio y vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas”.
Casi una hora después, en otro pasaje completamente distinto del discurso (cuando criticaba lo que consideraba la corrupción del sistema electoral) Trump declaró: “Tenemos que luchar como demonios. Y si no lucháis como demonios, no vais a tener país”.

Además, la BBC omitió deliberadamente el único momento del discurso en que Trump utilizó la palabra “pacíficamente”, cuando dijo: “Sé que todos los presentes pronto marcharán hacia el edificio del Capitolio para hacer oír sus voces de manera pacífica y patriótica”.


El memorándum de Prescott fue tajante: “Fue completamente engañoso editar el clip de la manera en que Panorama lo emitió”. El documento también señalaba que el programa mostró imágenes de personas marchando hacia el Capitolio como si respondieran al “llamado a las armas” de Trump, cuando en realidad esas imágenes fueron captadas antes de que pronunciara el discurso.

“Periodistas corruptos”: la ira de la Casa Blanca

La reacción de Washington fue inmediata y fulminante. Donald Trump celebró las dimisiones a través de su plataforma Truth Social: “Los altos cargos de la BBC, incluido Tim Davie, el jefe, dimiten/son despedidos por haber sido pillados manipulando mi excelente (¡perfecto!) discurso del 6 de enero. Gracias a The Telegraph por desenmascarar a estos periodistas corruptos. Son personas muy deshonestas que intentaron influir en las elecciones presidenciales. Por si fuera poco, son de un país extranjero, uno que muchos consideran nuestro principal aliado. ¡Qué terrible para la democracia!”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue aún más dura en sus declaraciones al Telegraph: “Este fragmento deliberadamente deshonesto y editado selectivamente por la BBC es una prueba más de que son noticias totalmente falsas, al 100%, que ya no deberían merecer la pena ver en las pantallas de televisión del pueblo del Reino Unido”.
Leavitt calificó a la BBC de “máquina de propaganda izquierdista” financiada por los contribuyentes británicos y añadió: “Cada vez que viajo al Reino Unido con el presidente Trump y me veo obligada a ver la BBC en nuestras habitaciones de hotel, se me arruina el día escuchando su descarada propaganda y mentiras sobre el presidente”.
Donald Trump Jr., hijo del mandatario, también arremetió contra la cadena británica, compartiendo el artículo de The Telegraph y tachando a sus profesionales de “periodistas de noticias falsas” que están “llenos de mierda”.
Las dimisiones: “debo asumir la responsabilidad final”
Tim Davie, quien llevaba 20 años en la BBC y ocupaba el cargo de director general desde septiembre de 2020, anunció su renuncia en una carta al personal: “En general, la BBC está funcionando bien, pero se han cometido algunos errores y, como director general, debo asumir la responsabilidad final. Aunque no es la única razón, el debate actual en torno a BBC News ha contribuido comprensiblemente a mi decisión”.
Deborah Turness, directora ejecutiva de Noticias desde 2022 y responsable de un equipo de aproximadamente 6.000 trabajadores que emiten para casi 500 millones de personas en más de 40 idiomas, declaró: “La controversia en torno al documental sobre Trump ha alcanzado un punto en el que está causando daño a la BBC, una institución que amo. Como directora ejecutiva de Noticias y Actualidad, la responsabilidad recae en mí. En la vida pública, los líderes deben rendir cuentas plenamente, y por eso he decidido dimitir”.
Samir Shah, presidente de la BBC, lamentó lo que calificó como “un día triste para la BBC” y expresó su comprensión ante “la presión constante” que había llevado a Davie a tomar esta decisión.
La ministra británica de Cultura, Lisa Nandy, calificó las acusaciones de “extremadamente graves” y agradeció los años de servicio de Davie, subrayando la necesidad de “noticias fiables y programación de alta calidad”.

Israel se suma: acusaciones de sesgo pro-Hamás y antisemitismo

Las dimisiones de Davie y Turness no se deben únicamente al caso Trump. El memorándum de Prescott incluía graves denuncias sobre la cobertura de la BBC de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, especialmente por parte de BBC Arabic, el servicio en lengua árabe de la cadena.
El documento acusaba a la BBC de “minimizar el sufrimiento israelí” y de “correr a emitir” acusaciones contra Israel sin las debidas comprobaciones, sugiriendo “o bien negligencia, o bien un deseo permanente de creer siempre lo peor sobre Israel”.
Según el informe, BBC Arabic otorgó un espacio desproporcionado a declaraciones de Hamás, presentando un sesgo editorial “considerablemente diferente” al del sitio web principal de la BBC, a pesar de que se supone que ambos deben reflejar los mismos valores.
El memorándum señalaba que BBC Arabic había dado plataforma regularmente a periodistas que habían publicado contenidos antisemitas en redes sociales. Entre ellos, Samer Elzaenen, quien pidió en redes sociales que “se quemaran judíos” en 244 ocasiones entre noviembre de 2023 y abril de 2025, y Ahmad Alagha, que describió a los judíos como “diablos” y a los israelíes como “menos que humanos”, apareció 522 veces en programas de BBC Arabic durante ese período.
La embajada de Israel en Reino Unido emitió un contundente comunicado ayer domingo tras conocerse las dimisiones: “Tomamos nota de las renuncias del director general de la BBC, Tim Davie, y de la directora ejecutiva de Noticias, Deborah Turness, tras las graves y prolongadas preocupaciones sobre la cobertura sesgada y profundamente defectuosa de la BBC sobre Israel, en particular durante la guerra contra Hamás”.
“Durante años, hemos advertido repetidamente sobre los constantes incumplimientos de la BBC en cuanto a los estándares de precisión, imparcialidad e integridad que se esperan de una cadena pública”, proseguía la nota diplomática. “La cobertura de la BBC, especialmente por parte de BBC Arabic, ha distorsionado con demasiada frecuencia la realidad, omitido contextos fundamentales y proporcionado una plataforma para narrativas antisemitas y extremistas”.
Las autoridades israelíes aseguraron que esta cobertura “ha contribuido a la desinformación pública, a la hostilidad hacia Israel y el pueblo judío y a la radicalización de las audiencias en Reino Unido y en todo Oriente Próximo”.
Israel instó a la BBC a “restaurar la confianza del público garantizando una cobertura justa, objetiva y equilibrada” y pidió que se exija “plena responsabilidad a los responsables de los fallos editoriales de BBC Arabic”, esperando que las salidas de Davie y Turness sirvan como “punto de inflexión”.

Según datos del Comité para la Precisión en la Cobertura de Oriente Medio (CAMERA), la BBC ha tenido que corregir un promedio de dos informaciones por semana sobre la guerra en Gaza (215 correcciones y aclaraciones desde el 7 de octubre de 2023) tras comprobar que eran “sesgadas, inexactas o engañosas”.


Más de 100 periodistas de la propia BBC habían firmado en julio de 2025 una carta denunciando sesgos y racismo contra los palestinos en la cobertura de la guerra, manifestando que “muchos hemos percibido de primera mano que el ente está paralizado por el miedo a ser percibido como crítico con el Gobierno israelí”.
 

Un terremoto institucional sin precedentes

El escándalo ha sumido a la BBC en una de sus mayores crisis de credibilidad en décadas. La cadena pública, con Panorama al aire desde 1953 como su programa de investigación más longevo, se enfrenta ahora a un cuestionamiento sin precedentes de sus estándares editoriales.
El comité parlamentario de Cultura, Medios y Deporte ha iniciado una investigación sobre los estándares editoriales de la BBC. Su presidenta, Caroline Dinenage, señaló que los diputados necesitan “tener la seguridad de que la dirección de la BBC está tratando estos asuntos con la seriedad que merecen” y que “la corporación debe establecer el estándar para un reportaje preciso e imparcial, especialmente en un entorno mediático donde las noticias sesgadas son fácilmente accesibles”.
La líder del opositor Partido Conservador, Kemi Badenoch, declaró que la BBC está “llena de sesgos institucionales” y que “la nueva dirección debe ahora llevar a cabo una reforma genuina de la cultura de la BBC, de arriba abajo”.
El ex primer ministro Boris Johnson escribió en el Daily Telegraph: “¿Alguien en la BBC va a tomar responsabilidad y renunciar?”. Horas después, obtuvo su respuesta.
La caída de Davie y Turness marca un punto de no retorno para una institución que, financiada por el canon televisivo obligatorio de los contribuyentes británicos, está obligada por su carta fundacional a mantener la imparcialidad en sus contenidos. Ahora deberá demostrar si es capaz de recuperar la confianza perdida o si, como advierten sus críticos, el daño a su reputación resulta ya irreparable.

Lo + leído